Cualquier iniciativa es bienvenida si se trata de concienciar y sensibilizar sobre las terribles consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Y eso es lo que se proponen los dos creadores rusos que han montado una insólita exposición de arte bajo la capa helada ... de Mar Blanco, en la remota región de Karelia, al noroeste de Rusia. Una muestra reservada a espectadores intrépidos y comprometidos, dispuestos a desafiar el frío extremo por el bien de todos.
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El fotógrafo Viktor Lyagushkin y el artista plástico Denis Lotarev han sumergido en las gélidas aguas árticas una decena de pinturas, esculturas y fotografías con las que denuncian cómo castigamos a nuestro ya maltrecho Planeta Azul y ponemos al borde de la extinción a muchas de las especies que lo habitan junto a un 'Homo sapiens' que parece cada vez más un 'Homo necius'.
Lyagushkin, conocido por sus trabajos para 'National Geographic', fotografió especies de la flora y fauna del Mar Blanco. Unas criaturas que, a su vez, recrea Lotarev en sus pinturas y esculturas. Ambos artistas trabajan con especies que están en claro peligro de extinción debido a acciones humanas como la expulsión de millones de toneladas de gases de efecto invernadero, lo que causa un aumento de la temperatura, mortal para muchas criaturas. Y ello afecta especialmente al entorno del Mar Blanco, el más austral de todos los mares árticos y el más amenazado por el deshielo.
«Las imágenes que exponemos bajo el agua podrían ser las últimas de muchos de estos seres amenazados», dice el fotógrafo. Unas imágenes que en el gélido medio marino y bajo la luz que se necesita para que sean visibles «parecen más brillantes y tridimensionales».
Con traje de neopreno
Quienes quieran disfrutar de ellas y sumarse a la buena causa que las ha hecho posibles, deberán viajar a ese helado confín de Rusia, pertrecharse de un traje de neopreno de grosor extra y de un equipo de buceo ártico. Los entusiastas de la aventura disfrutarán de una experiencia única si se atreven a sumergirse en un hostil entorno acuático con temperaturas muy cercanas a los cero grados. Las obras estarán sumergidas en este helador museo submarino solo hasta el 15 de abril, ya que se espera que sobre esa fecha el hielo comience a derretirse.
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Lyagushkin y Lotarev ya tenían experiencia en este tipo de desafíos artísticos y medioambientales. Es la segunda vez que sumergen sus obras en el mar, tras la pionera exposición submarina que organizaron en 2019.
Lyagushkin ofreció el pasado año en San Petersburgo su 'Ciclo de vida', una muestra en la que presentaba fotos de varias de las esculturas biomórficas de Lotarev, quien con su proyecto 'Biofilters' quiere casar ciencia y arte. Lotarev se inspiró, como ahora, en las criaturas marinas que viven bajo el hielo del Mar Blanco, reinterpretando creativamente los motivos biológicos y destacando su importancia ecológica.
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