Alberto Reguera recrea la mágica luz nocturna de Aert van der Neer

Partiendo de 'Claro de luna con un camino bordeando un canal', una pequeña joya del Thyssen de 65 por 35 centímetros, Reguera juega con el cielo y las nubes de este hito del paisaje holandés del siglo XVII. La luz de luna es también una «obsesión» en la obra de Reguera, «más apreciada fuera de España que aquí» según Guillermo Solana, director del Thyssen que propuso Reguera este juego plástico sobe una obra del museo para tender puentes entre el arte antiguo y el contemporáneo.

Reguera eligió la tela de Aert van der Neer porque la noche iluminada y el crepúsculo inspiran mucho al pintor segoviano, que explora los efectos de la luz «que se filtra desde las capas subyacentes de la pintura y aflora hasta la superficie del lienzo, produciendo un efecto de deslumbramiento», según Solana.

«La obra de Van der Neer me gusta muchísimo y supone muchos estímulos para la búsqueda de belleza. Además, está la referencia histórica de 1630, cuandodon cambian muchos elementos estéticos del paisaje», dice el artista segoviano.

Reguera vivió en Holanda y sus paisajes, como los de su Castilla, vibran en su obra. «Es casi un paisaje de Rothko que el espectador puede observar desde distintos puntos», dice del cuadro de Van der Neer, sobre el que trabajó dos años. Desde el encargo de Solana «han pasado muchas cosas, entre ellas la pandemia, y en tiempos de oscuridad la pintura es liberadora». «Se trata de una noche luminosa, y el arte nos ayuda a reflexionar en estos momentos», dice el pintor segoviano.

«No deja de investigar nuevas dimensiones y no se conforma con la jaula a la que se ha querido reducir la pintura. Desde 2011 sigue una línea en las que la pintura se sale del cuadro, en ocasiones con presencia de público», dijo Guillermo Solana.

Las diez obras, realizadas expresamente para esta exposición, viajarán en otoño Hong Kong. Reguera, que vive a caballo entre Madrid y París, ha expuesto además en Singapur, Seúl y Shanghái. En 2012 realizó una instalación en la Place du Louvre, y en 2016 el Museo Esteban Vicente de Segovia acogió su primera retrospectiva en España. En 2019 fue seleccionado para la VIII Bienal Internacional de Arte de Pekín y el año pasado presentó una exposición en la Delegación de la Unión Europea en China.

Sus obras están en colecciones como el CEIBS de Shanghái; el Museu Fundación Juan March, en Palma; El de la OCDE de París; el Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid; la colección Mark Moyens en Washington, o las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional.