Alfonso XIII, la tortilla y el Congreso de EE UU
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Gastrohistorias ·
En 1929 el rey eligió dos recetas españolas para que fuesen publicadas en un libro de cocina estadounidenseEl otro día hablamos sobre la historia de la tortilla de patatas y seguro que hubo gente que se quedó un poco mosca pensando en cuál será la receta escrita más antigua y, sobre todo, si era con cebolla o sin cebolla. Anda que ... no les tengo calados yo a ustedes: lo que buscan es la prueba con la que callar para siempre al bando contrario. Más allá de norte-sur, rural-urbana e izquierda-derecha, las dos Españas se vertebran en torno a la inclusión o no de la cebolla en la tortilla.
Aunque sea yo concebollista rendida y declarada, siento tener que matar muchas ilusiones y decir que la primera receta conocida de tortilla de patatas fue sincebollista. Apareció en el libro 'La cocina perfeccionada, o sea el cocinero instruido en el arte culinario y la práctica de los cocineros de más fama' (menudo título) de José Lopez Camuñas, en 1854, y en ella no aparece nuestro allium preferido ni por asomo. Es más, para regocijo de sincebollistas y escarnio de gentes de buen corazón hay que admitir que la tortilla de patatas que se comía en el Palacio Real tampoco llevaba cebolla. Ay.
¿Que cómo lo sé? Pues porque Alfonso XIII tuvo la ocurrencia de hacer públicas dos recetas del repertorio palaciego y una de ellas es precisamente de tortilla española. Para que entiendan bien ustedes esta rocambolesca gastrohistoria tenemos que viajar al año 1908, momento en el que se funda en Washington D. C. el Congressional Club, una asociación compuesta por esposas de congresistas y senadores estadounidenses. Ahora suena sexista y desfasado, pero entonces tenía su miga que aquellas señoras se relacionaran e hicieran amistad. El caso es que además de tomar el té, organizar actos de caridad y agasajar a la Primera Dama, compartían recetas de cocina y en 1929 editaron con ellas un libro: The Congressional Club Cook Book. Con prólogo de Mrs. Hoover, el recetario incluye fórmulas norteamericanas e internacionales, aportadas por embajadores extranjeros. Representando a España aparecen platos como arroz a la valenciana, pollo guisado, croquetas (las tres de doña Carmen Satrústegui de Padilla, mujer del embajador español en EE UU), paella (cedida por el hotel Ritz de Madrid) y dos recetas enviadas por Alfonso XIII, tortilla a la española y cocido madrileño.
¿Las escribió él? ¿Las cocinaba él? Sólo sabemos lo que dice en el texto el señor Hammond, embajador estadounidense en España: «Tras recibir la petición del Congressional Club, el asunto recibió la atención personal de su majestad el rey Alfonso XIII, quien expresó su deseo de personalmente elegir y dirigir la preparación de las recetas». Otro día les contaré aquí que sí, que aquel Borbón sí cocinaba, pero por ahora quedémonos con que fue el primer embajador de la marca España y que debió de ser amante tanto de la tortilla de patatas como del cocidito madrileño.
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