La danza de 'Oksara' y 'Caída del cielo' copan los Max junto a Carme Portaceli

El Palau de les Arts Reina Sofía de València acogió este lunes la ceremonia de entrega de los premios, en una gala centrada en reivindicar la importancia de la autoría en general y la femenina en particular y donde se ha defendido tanto el papel de las mujeres silenciadas y olvidadas como del valor de la memoria histórica.

Asimismo, tal y como se había anunciado, la ceremonia ha sido "un explícito y emotivo" homenaje a los creadores en el que, además, no han faltado numerosos espectáculos musicales, de danza o teatrales alternando entre cada premio de la gala -y que ha contado con menos alusiones políticas que en anteriores ediciones-.

Uno de los momentos más emotivos ha sido la entrega del Max de Honor a Salvador Távora, quien ha reivindicado su espectáculo 'Quejio' , puesto en marcha hace 45 años para "romper con la imagen de divertimento en Andalucía por encima de todo". "En un país de tanta riqueza cultural, las nacionalidades tienen que salir al paso de la uniformidad. La cultura es sufrimiento, ingratitud y ganas de libertad", ha resaltado, entre una larga ovación de los presentes.

'Oskara', de Kukai Dantza y Marcos Morau/La Veronal, aspiraba a siete galardones y finalmente se ha alzado con el de mejor diseño de vestuario, mejor elenco de danza y mejor espectáculo de danza.

Por su parte, 'Caída del cielo', de Danza Molina SL/Compañía de Rocío Molina, con cuatro candidaturas, se lleva los Max a la mejor coreografía, a la mejor intérprete femenina de danza y al mejor diseño de iluminación.

Con dos Max se va otra de las aspirantes a la edición de este año con cuatro candidaturas, 'Només són dones' (Solo son mujeres), al premiar a la valenciana Carme Portaceli -actual directora del Teatro Español de Madrid y ganadora de un Max en 2008- como mejor dirección de escena y a la obra como mejor espectáculo de teatro.

El jurado ha premiado también con dos galardones a las obras 'El laberinto mágico', "Mulïer' y 'La respiración'.