Todos quieren ver 'kabuki'

Pero algo tan tradicional, especial e, incluso, extraño como el teatro 'kabuki' también apasiona a los españoles. Desde 1987 no había pisado las tablas de nuestro país ninguna obra de esta modalidad. En raras ocasiones, las compañías cruzan las fronteras del archipiélago y, debido a esto, han pasado casi 30 años desde la última representación en España. Hasta hoy, cuando volverá a levantar el telón de un teatro madrileño con el cartel de 'no hay billetes' colgado desde hace semanas. La sala Fernando de Rojas, del Círculo de Bellas Artes de la capital, ha agotado también las entradas del segundo pase de mañana.

Gracias al empeño de la Embajada del Japón en España y de Fundación Japón, los afortunados que hayan conseguido billetes disfrutarán este fin de semana de una de las compañías más prestigiosas de 'kabuki', la encabezada por el actor Yajuro Bando y su hijo Shingo Bando. La obra que se representará, 'En los límites de Osaka, bajo la nieve del amor', está ambientada en el siglo IX de esta ciudad japonesa y tiene como epicentros temáticos el amor y la rivalidad. Antes de la representación de la pieza por parte de los actores, bailarines y músicos, Yajuro Bando ofrecerá a los asistentes una breve introducción a la historia y claves del 'kabuki'.

Cosa de hombres

Este producto fundamental de la cultura tradicional nipona se originó en el siglo XVII y, en 2005, fue declarado Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO. Consiste en una representación teatral que mezcla la dramaturgia, la música y la danza y donde todos los actores son hombres, aunque interpreten personajes femeninos. Precisamente, la caracterización de estos intérpretes masculinos en mujeres ancianas o jóvenes es una de las maravillas de este arte centenario. La preciosidad y variedad de escenarios, la manera intensa y expresiva de actuación y la presencia de composiciones musicales e instrumentos arraigados en la tradición japonesa más antigua, hace de este espectáculo algo digno de ver. Aunque sea una vez cada 30 años.