Una ruta verde por el norte de España
Desde el Parque Natural de Somiedo hasta la espectacular Ruta del Cares en los Picos de Europa, disfruta de una ruta verde donde el turismo sostenible se une al respeto por el medio ambiente y las tradiciones locales.
Según datos del Observatorio del Ecoturismo en España, la facturación media de los establecimientos ecoturistas creció en nuestro país entre 2022 y 2023 en un 11,62%. Estas cifras, no hacen sino confirmar que este sector está en auge, y esto se debe a que cada vez hay más personas preocupadas porque sus viajes sean sostenibles y tengan un impacto positivo en el medioambiente.
Esta tendencia ha provocado, por ejemplo, que haya aumentado mucho el interés por visitar los Parques Naturales y, en especial, los de Asturias y Cantabria, auténticas joyas verdes con impresionantes paisajes donde pueden realizarse multitud de actividades al aire libre, siempre respetuosas con el entorno y la biodiversidad.
Y es que, ¿dónde conectar mejor con la naturaleza y contribuir a su protección que en lugares como el Parque Nacional de los Picos de Europa o los Parques Naturales de Somiedo o de Redes?
Un fantástica forma de realizar esta ruta verde por el norte de nuestro país es aprovechar la inmejorable ubicación de los establecimientos que Paradores tiene en esa zona, integrados perfectamente y de forma respetuosa en entornos ricos en biodiversidad o cercanos a espacios protegidos.
Alojamientos que, además, potencian iniciativas y acciones dirigidas a promocionar los productos locales, la gestión eficiente de los recursos, el uso responsable de agua, el fomento de la movilidad sostenible, la reducción de residuos... Favoreciendo, en su compromiso con el capital natural, experiencias para sus clientes ligadas a la conservación y protección de entornos naturales, que multiplican las oportunidades de empleo y arraigo en esas zonas y que ponen en el centro a la naturaleza, la cultura, las tradiciones locales y los oficios ancestrales, como es el caso del programa Naturaleza para los Sentidos, que se ha instaurado en más de un 20% de sus Paradores.
No existen reglas establecidas para recorrer esta zona pero, en este artículo te propondremos una ruta verde con tres paradas.
Primera Parada: Parque Natural de Somiedo
Qué mejor que comenzar esta ruta en el Parque Natural de Somiedo, en Asturias, un lugar célebre por sus lagos glaciares y montañas escarpadas, así como por ser el hogar de una de las mayores poblaciones de osos pardos de España, con unos 280 ejemplares.
Somiedo es un territorio salpicado de rutas de senderismo que permiten disfrutar de vistas espectaculares y avistar la fauna local en su entorno natural. En 1998 fue el primer espacio en Asturias declarado Parque Natural y en el año 2000 la UNESCO lo reconoció como Reserva de la Biosfera.
Además, alberga dos pueblos, Villar de Vildas y Santa María del Puerto, premiados como Pueblos Ejemplares por la Fundación Princesa de Asturias, en reconocimiento al compromiso de sus comunidades en la conservación de su entorno y sus tradiciones.
Entre las rutas más recomendables está la del Valle del Ḷḷagu, que parte de la localidad de Valle del Lago. Son 13 kilómetros transitables por pista o senderos bien señalizados que atraviesan paisajes impresionantes.
Tras un día disfrutando de este entorno único, qué mejor que descansar en el Parador de Corias, a poco más de una hora del parque. Este antiguo monasterio benedictino del siglo XI, situado a orillas del río Narcea, fue remodelado siglos más tarde por el célebre arquitecto Ventura Rodríguez.
En su interior, además de recuperar energías y saborear la mejor gastronomía local, como el pote de berza o la fabada, puedes admirar sus numerosos tesoros históricos. Entre ellos, los restos de la iglesia fundacional en el sótano, un púlpito de madera en el restaurante, que antiguamente era el refectorio, y las puertas originales de las celdas de los monjes en algunas habitaciones.
También te sorprenderá su espectacular biblioteca, que alberga más de 7.000 volúmenes. Este parador tiene un encanto especial, ya que es el único en la Red de Paradores en el que los huéspedes comparten espacio con una comunidad de dominicos que aún reside y gestiona la iglesia anexa. Además, el Parador propone actividades apícolas, experiencias para conocer la tradición herrera de la zona y rutas como la que te lleva por el cercano Parque Natural de Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias, para observar y rastrear a la fauna local.
Segunda Parada: Parque Natural de Redes
La siguiente parada nos lleva al Parque Natural de Redes, también situado en Asturias, un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza. Este espacio, cubierto por amplios bosques que invitan a la exploración, es famoso por su rica biodiversidad, albergando especies emblemáticas del norte de la península como el oso pardo, el urogallo y el lobo.
Entre las muchas rutas que ofrece, destaca la que cruza el Puerto de Tarna, desde donde se puede disfrutar de vistas impresionantes en el mirador y continuar hasta la Fuente de la Nalona, nacimiento del río Nalón, el más largo y caudaloso de Asturias. Todo esto se desarrolla bajo la imponente presencia del pico Remelende.
El Parador de Cangas de Onís es una excelente opción para alojarse mientras se conoce la zona. Ubicado junto al río Sella, el monasterio de San Pedro de Villanueva, uno de los más antiguos de Asturias, fue construido en honor a Favila, hijo de Don Pelayo.
Este alojamiento pet friendly, situado a las puertas de los Picos de Europa (ideal para tu siguiente parada), combina historia y naturaleza en un entorno idílico, y es un ejemplo de turismo sostenible. Cuenta con un hotel de insectos, está preparado para el cicloturismo y ofrece a los visitantes diversas actividades en la zona, como una ruta interpretativa por el encantador pueblo de Torazo, catas de quesos y sidra, talleres botánicos y experiencias que permiten conocer la vida de los pastores. Un abanico de opciones para conectar con la autenticidad de la región y su entorno natural.
Tercera Parada: Picos de Europa y Ruta del Cares
También desde Cangas de Onís, un encantador pueblo asturiano famoso por su icónico puente romano y su cercanía al Santuario de Covadonga, podemos visitar el Parque Natural de los Picos de Europa, el mayor macizo de roca caliza de la Europa atlántica, declarado Reserva de la Biosfera y parte de la Red Natura 2000.
A solo 15 kilómetros del mar, el parque cuenta con impresionantes desniveles de hasta 2.500 metros, profundos cañones y desfiladeros, así como una gran cantidad de grutas y simas. Es un paraíso para los amantes de las rutas de senderismo.
Una de las caminatas más emblemáticas es la Ruta del Cares, también conocida como la "Garganta Divina". Este recorrido ofrece vistas impresionantes de desfiladeros y paisajes que dejan sin aliento, y es ejemplo de cómo el turismo sostenible puede convivir con la conservación del entorno natural.
Para llegar desde Cangas de Onís a la Ruta del Cares, tendrás que recorrer unos 35 kilómetros, aproximadamente 45 minutos en coche. El trayecto es corto, pero la recompensa al final es enorme: la belleza pura y salvaje de la naturaleza.
A tu regreso al Parador de Cangas de Onís, podrás disfrutar de exquisitas especialidades en su restaurante, acompañadas de las mejores sidras asturianas. Entre sus platos destacan la merluza de pincho con almejas, la tradicional fabada con su compango y el delicioso arroz con leche caramelizado.
Cuarta parada: Fuente Dé y el teleférico
Nuestra próxima parada es Fuente Dé, en Cantabria, a unos 100 kilómetros de Cangas de Onís. Allí, la recomendación es subir al teleférico, uno de los más largos de Europa, con un recorrido de 1.450 metros y un ascenso de 753 metros de altura, inaugurado en 1966. Desde arriba podrás emprender diversas rutas de senderismo que atraviesan paisajes espectaculares. En invierno, la zona se transforma en un destino ideal para los amantes del esquí y otros deportes de nieve.
Finalmente, después de un día lleno de aventuras, el Parador de Fuente Dé, ubicado a los pies del teleférico, cuenta con habitaciones acogedoras y confortables, y vistas impresionantes de las montañas que rodean el lugar. Es el sitio perfecto para relajarse, disfrutar de la panorámica y saborear uno de sus platos estrella: el delicioso cocido lebaniego.
Y, con esto, la ruta prácticamente habrá terminado. Eso sí, antes de abandonar este paisaje de ensueño, no te puedes perder la ruta que lleva al mirador de Álica o la de Horcados Rojos, donde una pared vertical de casi 300 metros cae sobre el sendero hacia el refugio Cabaña Verónica. Además, el Parador te propone actividades adicionales, como participar en una ruta interpretativa en el Hayedo Montes Quebes y el nacimiento del río Deva o disfrutar de una experiencia lanera, acompañando a una pastora del valle de Pesaguero. Y si buscas un toque de civilización, a poco más de 15 minutos en coche del Parador, te espera el encantador pueblo de Mogrovejo, declarado Conjunto Histórico, y el precioso Barrio Viejo de Potes.