Villarejo de Órbigo

La fertilidad del terreno propició el carácter agrícola y ganadero del municipio, dos actividades que se vieron reforzadas a partir del siglo XIX con la Revolución Industrial y la llegada del ferrocarril y a partir del XX con la modernización del regadío. La prosperidad de la zona atrajo el establecimiento de dos fábricas que marcarían los cultivos y el desarrollo económico durante el siglo pasado: la azucarera, dependiente de la remolacha, y la linera, del lino. Tras el cierre de ambas, la economía se apoya actualmente en el Polígono Agroalimentario del Orbigo, el turismo rural y el cultivo de lúpulo, un sector en expansión cuya producción en España se concentra mayoritariamente en esta zona leonesa.

En cuanto al patrimonio, el edificio más relevante es el Monasterio de la Asunción de Villoria, un templo del siglo XIII que fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992.

Cuenta también con las iglesias del municipio, construidas en el siglo XVIll y en las que destacan las torres de Villarejo y Veguellina, así como un puente romano en Villoria (la Ponteja Cal y Canto) y un aljibe o termas de una antigua hacienda agrícola.