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Imagen del interior de la Cueva de Valporquero. leonoticias

Valporquero, mil motivos para volver

Ubicada en el corazón de la montaña leonesa, la Cueva de Valporquero sigue deslumbrando una y mil veces a sus visitantes | Un millón de años de historia convierten sus salas en un escenario al que merece la pena regresar de forma recurrente

Leonoticias

León

Miércoles, 2 de junio 2021, 08:09

Hay mil motivos para visitar la Cueva de Valporquero por parte de quien no las conoce y otros tantos para volver a ellas si ya se han visitado. No es un tópico. La cueva, las cuevas, se transforman cada día y a cada instante ... y eso las convierte en un espectáculo sin igual.

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No se trata en exclusiva de sus imágenes, excepcionales y desconcertantes, también de sus sonidos. La cueva 'habla' a quienes se adentran en su interior, pero lo hace de un modo diferente en función de la estación del año, incluso del día en el que se visite porque el recorrido interior del agua ofrece todo tipo de sonidos diferentes y dimensiona la cueva bajo su propio capricho.

Nacimiento

Ubicada en el corazón de la montaña leonesa, junto a otro lugar de gran belleza, las Hoces de Vagacervera, la Cueva de Valporquero suma un millón de años. En su singular 'libro de familia' figura el nacimiento en el pleistoceno gracias a la colaboración de las frías aguas del arroyo Valporquero quien fue cortando la piedra caliza hasta dejar un lugar único como el que ahora se puede ver.

Las salas, una a una

  • PEQUEÑAS MARAVILLAS La sala de las pequeñas maravillas es la primera de las salas visitables precedida por un lago iluminado de forma artificial. El itinerario turístico rodea esta sala mediante empinadas escaleras. Las formaciones rocosas han recibido múltiples nombres por los turistas según se asemejen a una u otra cosa, siendo los elementos más famosos «Las Gemelas», «La Torre de Pisa», «El Órgano», «El Baño de Diana» y la «Virgen con Niño».

  • GRAN ROTONDA Es la mayor de las salas visitables; contando con 5600 metros cuadrados de superficie y 20 metros de altura. Al ser estar próxima al exterior todavía, las formaciones son poco relevantes y escasas en número. La sala tiene forma circular, de ahí su nombre, y se encuentra atravesada por el cauce del río, que lo transita únicamente en época de lluvias.

  • HADAS El acceso a la tercera sala, la de las Hadas, se realiza mediante un camino que discurre paralelo al río hasta un pequeño mirador. Este mirador se asoma a una sima que recoge las aguas del río, que hasta entonces discurría en paralelo, tras una caída de 15 metros; es por tanto una conexión a la zona no visitable de la cueva, el «Curso de Aguas». Las cascadas presentes durante época de lluvias no obstante desaparecen en la época veraniega, filtrándose el agua por los poros de la roca.

  • CEMENTERIO La cuarta sala debe su actual estado a una serie de desprendimientos y de sedimentos que provocaron el taponamiento parcial. El itinerario visitable discurre a través de un suelo cubierto de estalagmitas bajo un techo repleto a su vez de estalactitas de negruzcos colores. La disposición desordenada de las formaciones rocosas le valió el nombre de cementerio estalactítico

  • GRAN VÍA A pesar de su nombre, la gran vía es de escasa anchura, con 8 metros de ancho; sin embargo, destaca su altura de 40 metros. Aunque hay escasas formaciones geológicas, las que existen son de gran magnitud, con estalactitas de varios metros de longitud. Al final de la sala, el terreno se hunde en busca de las galerías inferiores, contactando con el actual curso del río. De entre todas las formaciones de la gran vía, destaca la columna solitaria, situada casi en el centro de la sala. Se trata de una formación a modo de columna que desde el suelo asciende hasta el techo perdiéndose entre cientos de estalactitas.

  • MARAVILLAS Es la sala más completa de las visitables al ser la que más formaciones geológicas posee y más variadas. El techo se encuentra repleto de estalactitas de diversos tamaños y colores. En esta sala se encuentran formaciones inéditas en el resto de la cueva, excéntricas, macarrones, abanderadas y todo un sinfín de espeleotemas saturan el ambiente taponando la cavidad. Todo esto presidido por un pequeño lago subterráneo, el lago de las maravillas.

En su interior esperan coladas, columnas, estalactitas y estalagmitas, mostrándose en las siete salas en las que se organiza, ante el visitante. Algunas de sus maravillas gozan ya de nombre propio en su interior: Gran Rotada, Hadas, Gran Vía, Cementerio Estalactítico y Columna Solitaria, nombres inspirados en la imaginación de quien las contempla, formaciones caprichosas como El fantasma, La Virgen con el Niño, Las Gemelas o la Torre de Pisa.

Volver es obligado

El actual es uno de los mejores momentos para visitar un paraje extraordinario de la provincia de León, uno de esos escenarios a los que merece la pena acudir para descubrir toda su belleza y al que es obligado regresar para disfrutar de las mil imágenes que se esconden a casa paso en su interior.

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Los recorridos

  • CORTO Es el tipo de visita más demandado y se oferta todos los días de apertura al público. Se trata de un recorrido a pie de un kilómetro y medio de extensión, y una hora de duración. Se visitan un total de cinco salas.

  • LARGO En este caso, el itinerario se alarga hasta los dos kilómetros y medio, y una hora y 45 minutos de duración. Se visitan 7 salas del total del conjunto geológico.

  • VALPORQUERO INSÓLITO Este tipo de visita es bastante especial. En grupos reducidos y con una duración aproximada de dos horas y media, se realiza parte del recorrido sólo con la luz de los frontales. Además, se visitan salas que no se pueden ver en los otros recorridos. Una actividad para agudizar los sentidos y recomendada para mayores de 12 años.

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