Unanimidad política para evitar que los ‘okupas’ recién desojados de Trobajo del Camino se instalasen en Puebla de Lillo

Una decisión de urgencia ante una situación de urgencia. 24 horas antes varios vecinos habían alertado de la presencia de cinco personas en el interior del inmueble -propiedad de una entidad bancar-, al que accedieron tras forzar la puerta.

De inmediato, la Guardia Civil se personó en el lugar observando cómo los individuos habían marcados con un “x” las puertas de varias viviendas del bloque. Asimismo, los agentes, que procedieron a borrar las marcas, pusieron en conocimiento de los hechos al equipo de gobierno de Puebla de Lillo, y aconsejaron el cierre de sus accesos.

De inmediato, según trasladó el teniente de alcalde, José Ramón Alonso, se procedió a su cierre provisional y a la convocatoria de un pleno extraordinario para acordar un cierre definitivo que se ejecutó un día después tras alcanzar la unanimidad.

Sin embargo, los okupas no cejaron en su intento de acceder a su vivienda. Varios individuos exigieron tanto al alcalde como al secretario una explicación sobre cuáles eran los motivos real para proceder al cierre de las viviendas cuando disponían de un contrato de arrendamiento.

Minutos después, tanto el alcalde como agentes de la Guardia Civil de Pueblo de Lillo y Boñar certificaron que se trataba de un contrato falso, solicitando a los individuos a cejar en el intento de ocupar el inmueble. Petición a la que accedieron sin oponer resistencia, según trasladaron fuentes oficiales.

Situación que ha obligado al Ayuntamiento de Lillo a tomar medidas en torno a la casa de los Escudos y un segundo inmueble contigo que actualmente está en obras y que por sus características, según señala Alonso, podrían ser objeto de ocupación. Una labor en la que cuentan, remarcan, con la plena colaboración de los vecinos.

Según han confirmado fuentes de la Guardia Civil, los individuos que intentaron acceder al inmueble de Lillo son los mismos que durante más de tres años han mantenido ocupados las viviendas de la calle Tulipanes, en Trobajo del Camino, procedentes muchos de ellos de los chalets de las Lomas que fueron desalojados.

Precisamente, la Policía ejecutaba este jueves el desahucio por orden judicial, poniendo así fin al calvario que, en reiteradas ocasiones, habían denunciado los inquilinos del inmueble y de los bloques colindantes.

Una medida que no requirió de una amplia presencia policial, como así se pensó inicialmente, dado que muchas familias ya habían abandonado sus viviendas tras recibir semanas antes la notificación de desalojo, según informaron fuentes de la Policía Local de San Andrés del Rabanedo.

En total, eran 26 los pisos en la calle Tulipanes que permanecían ocupadas y que actualmente ya están en manos de su propiedad. Mientras, sus ‘ilegales’ inquilinos busc

an una nueva vivienda a la que acceder sin contrato ni renta alguna. Un intento sin éxito en el caso de Puebla de Lillo que, en cualquier caso y según señalaron desde la Guardia Civil, abandonaron voluntariamente para continuar con su búsqueda.