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El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, urgió al consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, a que convoque una reunión monográfica del Consejo Regional Agrario para consensuar un documento con una postura de Comunidad, dirigida a lograr rebajar las exigencias ambientales de la nueva ... PAC, en la Conferencia Sectorial que celebre el Ministerio de Agricultura para abordar estos requisitos para la campaña que ahora comienza.
González Palacín recordó que la nueva PAC lleva dos años de vigencia y durante el ejercicio pasado se introdujeron ciertas flexibilidades ante la sequía, que supusieron «cierto alivio», pero «este año, no están garantizadas y, además, se quedan muy cortas«. »Hay que llegar mucho más lejos», sentenció.
El líder agrario comentó que el pasado 26 de septiembre durante una reunión dele Consejo Regional Agrario se reclamó un encuentro monográfico para consensuar una propuesta de región sobre las exigencias medioambientales para esta campaña y todavía están esperando. Al respecto, advirtió de que otras autonomías «ya están lanzando propuestas» porque no tardará mucho la convocatoria de la Conferencia Sectorial y, mientras, Castilla y León «no ha hecho todavía los deberes y es mucho lo que nos jugamos».
El coordinador de UCCL se mostró convencido de que no habrá problemas para consensuar el contenido de la propuesta porque «no hay muchas diferencias» entre organizaciones, pero insistió en que «hay que hacer ya un documento de unidad de acción, para que el ministerio acepte esas modificaciones» dentro de una PAC con unos objetivos pero con libertad de los estados para lograrlos.
Asimismo, comentó que los agricultores necesitan conocer cuanto antes «qué pueden hacer y qué no» porque «las siembras se van a generalizar dentro de poco y es preciso saber las reglas de juego cuanto antes».
Aseveró que Castilla y León «cuando habla de PAC en Madrid lo hace con mayúsculas» por su peso dentro del sector en España junto a Andalucía, pero repitió que «no está haciendo los deberes y debe ir con una posición de fuerza consensuada».
Jesús Manuel González Palacín cargó una y otra vez contra una PAC que «no está justificada» con medidas que no suponen «ninguna mejora» medioambiental junto a «barbaridades» agronómicas, que suponen, enumeró, más costes y obligan a sembrar cultivos sin disponibilidad de semillas. «Cumplir ciertos ecoesquemas será muy complicado y aumentará la dependencia de cereales de terceros países», dijo, para precisar que España ya importa el 50 por ciento del cereal que necesita, y este año, ese porcentaje se ha elevado al 70 por ciento. «Obligarnos a rotar cultivos en zonas como el páramo leonés, donde se siembra maíz sin problemas agronómicos y ambientales, elevará nuestra dependencia de este cereal», dibujó.
González Palacín expresó que «lo ideal» serían volver al 'greening' (pago verde) de la PAC anterior, que «favorece el medio ambiente y ya estamos acostumbrados», dijo, para criticar que se cambien las reglas del juego cada cinco años. «Hay que dar una vuelta a la PAC y convencer al ministerio y a la Comisión de prácticas razonables y es urgente», resumió.
El dirigente agrario también fijó las «líneas rojas innegociables» de su organización en la elaboración de la postura de Comunidad, y apuntó, en primer lugar, a la eliminación del cuatro por ciento de barbecho, porque hay zonas en las que ese porcentaje es «ridículo» por su falta de rentabilidad, pero en otros se deja de producir y no tiene sentido en un contexto de crisis alimentaria.
En segundo lugar, apuntó a que hay que permitir levantar los rastrojos después de quitar los forrajes, porque si no se hace, con las lluvias de primavera se llena de hierbas y «nos obliga a usar dos o tres veces de herbicidas». Como tercer punto, apeló a consensuar que las cubiertas vegetales en ciertos cultivos permanentes compiten con la poca pluviometría en estas zonas y consideró una «barbaridad» que se obligue en Castilla y León en zonas con menos de 400 milímetros de precipitaciones al año, como en otros puntos de Europa con muchas más lluvias.
Por último, apeló a favorecer el uso de purines y abonos orgánicos, que están prohibidos de abril a julio, los meses que menos llueve, para que se pueda hacer de forma habitual, y evitar así la utilización de otros fertilizantes químicos «más perjudiciales». «Hay muchísimo margen de maniobra y hay que ajustar más las exigencias a las necesidades de cada zona», concluyó.
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