El turismo rural leonés se consolida con una ocupación superior al 90% en verano

El turismo rural en León supera la pandemia y vive un verano con buenos datos de ocupación y sensaciones positivas. El cartel de completo ya cuelga en muchas casas y alojamientos rurales de algunas zonas de la provincia, con una media de ocupación estos meses estivales superior al 90 por ciento.

Pedro Flecha, presidente de la Asociación de Turismo Rural de León que aglutina a cerca del 70 por ciento de las camas de la provincia, celebra el buen funcionamiento de un sector recuperado tras el embiste de las restricciones covid. Es muy difícil sino imposible encontrar alojamiento en los días más fuertes del verano, entre el 15 de julio y el 15 de agosto, con una ocupación «muy importante».

Cada vez son más las personas que optan por esta oferta turística para disfrutar de unas vacaciones alejadas de las grandes ciudades y en contacto con la naturaleza. Lo más demandado son casas con piscina y alojamientos que permitan mascotas. La tendencia a viajar con la familia al completo está en alza y los turistas buscan espacios donde las mascotas puedan formar parte de la experiencia. En la provincia son cada vez más los alojamientos turísticos en lo rural que admiten animales para «adaptar la oferta a la demanda», explica Flecha.

El perfil de los turistas es diverso, aunque priman las familias agrupadas que dedican entre una semana y 15 días a veranear en las casas rurales. Los grupos de amigos, otro perfil muy recurrente, optan más por disfrutar de fines de semana.

Señala también Flecha que en los últimos años ha aumentando la demanda de actividades de turismo activo. Aletur cuenta con 14 empresas del sector que se dedican a ofrecer este tipo de rutas, experiencias y alternativas de ocio para dar respuesta a aquellos que piden conocer la zona y los alrededores de sus destinos vacacionales. «Con ello completamos la oferta, la hacemos más atractiva y generamos una actividad que revierte en toda la provincia porque la gente se mueve, consume y participa de la vida de los pueblos», destaca Pedro Flecha.

Un ejemplo claro del aumento de la demanda de estos alojamientos es el crecimiento que en los últimos años ha experimentado Aletur. Fundada en 1995 por media docena de propietarios de establecimientos rurales, llegó a alcanzar un centenar de asociados. Tras varios años de inactividad, en 2015 se retomó con el objetivo de «defender los intereses de los propietarios de alojamientos de turismo rural, dar a conocer la provincia y su potencial y mejorar la calidad del sector».

El principal reto que esperan afrontar pronto los asociados es conocer a la nueva corporación de la Diputación Provincial, con el deseo de «mantener el contacto con el consorcio de turismo y seguir mejorando y apostando por el sector para que redunde en beneficios para la provincia».

Según datos del Observatorio del Turismo Rural, el gasto medio por persona y día en estos establecimientos es de 82 euros por persona y día. Este gasto incluye el alojamiento por persona y noche -29 euros de media-, más el gasto medio en destino -53 euros de media -, y que va dedicado, principalmente, a actividades de restauración, compra de productos locales y ocio, como se explica en un comunicado de prensa.

Como los viajeros rurales afirman que este verano, mayoritariamente, harán escapadas de 6 noches o más y que las harán en familia, el gasto medio en Castilla y León alcanzará una media de 1.986 euros, según recogía esta misma semana la agencia Ical.

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