Imagen de las obras para el centro de mayores de La Robla.

El Tribunal de Cuentas destapa que las ayudas a las cuencas mineras se esfumaron sin control

Este órgano ha aprobado el informe de fiscalización sobre las ayudas a la reactivación de las comarcas mineras en el periodo 2006 y 2017, en el que se ejecutaron 1.786 millones de euros, evidenciando que no hubo un seguimiento efectivo de las aportaciones

Leonoticias

León

Lunes, 10 de febrero 2020, 14:42

El Tribunal de Cuentas ha cuestionado en un informe el papel del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC), adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en la gestión ... de las ayudas a la reactivación de estas zonas, por lo que ha recomendado «mejorar» su administración.

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Este órgano ha aprobado el informe de fiscalización sobre las ayudas a la reactivación de las comarcas mineras en el periodo 2006 y 2017, en el que se ejecutaron 1.786 millones de euros, de los que 1.005 millones correspondieron a la línea de infraestructuras y 681 millones a las dos sublíneas que hay para proyectos empresariales creadores de empleo.

En este sentido, ha puesto de manifiesto que ninguna de ellas se incardinaron en un plan estratégico de los previstos en la Ley General de Subvenciones, informa Efe.

Así, ha explicado que «el IRMC careció de medios técnicos y humanos suficientes para gestionar adecuadamente las líneas de subvenciones de infraestructuras y de proyectos empresariales».

Selección de infraestructuras

En cuanto a las primeras, ha concluido que el marco normativo regulador (Real Decreto 1112/2007) era «ambiguo y escasamente riguroso, con deficiencias y debilidades que afectaron a la planificación, ejecución y justificación de las actuaciones, así como al control interno».

A este respecto, varias subvenciones concedidas con cargo a esta línea han sido objeto de procesos judiciales penales.

«La selección de las infraestructuras a subvencionar no comportaba ningún examen de viabilidad de las actuaciones a financiar, ni se concretaban suficientemente los criterios de priorización y la documentación técnica a aportar en cada proyecto«, ha criticado.

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Asimismo, ha lamentado una «falta de homogeneidad» en el procedimiento que, a su juicio, se ha traducido en «deficiencias e irregularidades en la justificación de las subvenciones concedidas, especialmente en las correspondientes a las entidades sin fin de lucro».

La Robla, bajo la lupa

En primer lugar, debe destacarse que se firmaron sucesivos convenios para el desarrollo de una misma infraestructura: el «Centro de Día y Residencia de Ancianos en La Robla» que, al cierre de los trabajos de fiscalización, de acuerdo con un informe del arquitecto municipal, se encontraba en fase de construcción, previéndose como fecha de finalización de la misma el ejercicio 2019, sin que se pueda determinar la fecha de la puesta en marcha de la instalación. La construcción de la residencia trae causa de un proyecto redactado en diciembre de 2005 que contemplaba un coste estimado de 2.855.936 euros y un plazo de ejecución de 24 meses, sin que en el mismo se hiciera referencia a distintas fases para la ejecución de la obra.

Falta de coordinación

Con relación a las subvenciones para proyectos empresariales, que se redujeron significativamente desde 2014 y con un elevado porcentaje de desistimientos, afirma que estas ayudas podrían no estar desplegando todo su potencial.

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Además, dice que se han advertido incidencias en relación con la justificaciones presentadas, que afectaron a la conservación de justificantes o a la concertación de prestaciones con personas vinculadas con el beneficiario.

Asimismo, la fiscalización ha observado una falta de coordinación entre el IRMC y las entidades colaboradoras, lo que ha afectado al seguimiento de la ejecución de los proyectos subvencionados, a las comprobaciones sobre la aplicación de los fondos y al cumplimiento de las condiciones impuestas a los beneficiarios al no existir planes sistemáticos de comprobación.

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Infraestructuras que nunca se hicieron

Algunos de los males que han salpicado las ayudas a las cuencas mineras se evidencian en el proyecto. El informe evidencia la lista de males.

-En relación con Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras (IRMC), la fiscalización señala que: no impulsó suficientemente los procedimientos de reintegro de las ayudas ni inició procedimiento sancionador de los previstos en la LGS; ni tampoco desarrolló actuaciones de seguimiento y reclamación de los derechos que asumió como consecuencia de la liquidación de la Fundación para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón, procedentes de litigios pendientes y cantidades identificadas como posibles reintegros.

En lo que respecta al grado de consecución de los objetivos de las ayudas para reactivación económica de las comarcas mineras, el informe concluye que:

-Determinadas infraestructuras financiadas nunca se pusieron en uso, siendo, en particular, reducido el grado de ocupación en las inversiones realizadas en polígonos industriales.

-Ni los programas presupuestarios, ni los Planes del Carbón, ni las disposiciones normativas por las que se han regido las ayudas para reactivación de las comarcas mineras, han dispuesto de objetivos e indicadores adecuados y concretos que permitieran efectuar un seguimiento y valorar la consecución de las metas de los mismos y su impacto. Por otra parte, ni las CCAA ni el IRMC efectuaron los estudios de seguimiento previstos en los Planes del Carbón.

-A su vez, del análisis realizado sobre los datos demográficos y las estadísticas industriales o empresariales correspondientes a Asturias, León y Teruel, no se ha obtenido una evidencia sustancial de que los recursos aplicados hayan tenido un impacto en la mitigación de la disminución de la población.

Imprudente conservación de justificantes

«Las entidades colaboradoras de Aragón y Castilla y León aceptaron, indebidamente, cuentas justificativas rendidas mediante la modalidad de informe de auditor«, ha denunciado.

El Tribunal de Cuentas ha subrayado que el número de solicitudes de subvenciones se ha reducido significativamente desde 2014, lo que, unido al elevado porcentaje de solicitudes en las que se produjeron desistimientos, supone que «estas subvenciones podrían no estar desplegando plenamente su potencial».

«Se han advertido incidencias en relación con la justificación presentada, que afectaron al deber de conservación de justificantes, a la concertación de prestaciones con personas vinculadas con el beneficiario, y a la falta de solicitud de las ofertas preceptivas en la selección de empresas subcontratistas«, ha apostillado.

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Infraestructuras que nunca se pusieron en uso

En su opinión, el IRMC no impulsó suficientemente los procedimientos de reintegro de las ayudas ni inició procedimiento sancionadores; ni tampoco desarrolló actuaciones de seguimiento y reclamación de los derechos que asumió como consecuencia de la liquidación de la Fundación para el Desarrollo de la Formación en las Zonas Mineras del Carbón.

«Determinadas infraestructuras financiadas nunca se pusieron en uso, siendo, en particular, reducido el grado de ocupación en las inversiones realizadas en polígonos industriales«, ha concluido.

Irregular compra de equipo de extinción

El objeto del convenio CYL-2009-0077, adquisición de dos camiones autoescala para extinción de incendios, por importe de 600.000 euros, suscrito el 28 de diciembre de 2009 con la Junta de Castilla y León, podría no estar comprendido en el ámbito objetivo de las actuaciones financiables en esta línea de infraestructuras, de acuerdo con lo previsto en el art. 11 del RD 1112/200752. Según se desprende de la documentación justificativa de la inversión (facturas) aportada por la Junta de Castilla y León, además de la adquisición de los referidos camiones autoescala, se compraron tres vehículos todoterreno por importe de 62.384 euros, sin que existiera referencia alguna a estos elementos en el objeto del convenio. Por último, se situó como base operativa de estos vehículos el municipio de León, que se encuentra fuera del ámbito territorial de las comarcas mineras del carbón.

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