Tres años de cárcel y más de 100.000 euros de multa por convertir en vivienda una cabaña ganadera en la Reserva de Babia

La acusada, que además deberá afrontar el pago de una multa de más de 100.500 euros, no sólo no recibió autorización para realizar obras de conservación sino que impulsó una reforma integral del inmueble, convirtiéndolo en una vivienda habitable y de uso recreativo.

Según el escrito de la Fiscalía, entre el mes de octubre de 2013 y al menos octubre del 2015, la acusada, al frente además de una sociedad anónima que también concurre en el delito, llevó a cabo una rehabilitación y reforma completa de una cabaña ganadera ubicada en la localidad de Cabrillanes.

Las obras de reforma y rehabilitación de la vivienda se iniciaron por la vía de hecho sin que la acusada obtuviera ni solicitara previamente ningún tipo de licencia o autorización para la ejecución de las obras.

Ante el toque de atención del Ayuntamiento de Cabrillanes, la titular de la cabaña solicitó en octubre de 2013 una licencia de obra menor, siendo denegada y ordenándose tan sólo dos días después la paralización inmediata de la obra. Indicaciones municipales que no fueron atendidas por la acusada, que hizo caso omiso y continuó con la reforma de la cabaña hasta su completa finalización en octubre de 2015.

El Ministerio Fiscal señala que la cabaña rehabilitada se encuentra enclavada en una zona de suelo no urbanizable de especial protección natural, pastizal y matorral conforme a la normativa del Ayuntamiento de Cabrillanes.

Limitándose la concesión de licencias a reforma y ampliación de las edificaciones tradicionales existentes que no tengan carácter residencial, como cabañas de pastores o cuadras, entre otras, y siempre previa autorización de la Comisión provincial de Urbanismo, a obras de rehabilitación,

Autorización que nunca obtuvo la acusada, cuya primera solicitud de uso excepcional de suelo rústico tuvo lugar en septiembre de 2014, siendo las obras realizadas «totalmente excesivas» con los fines autorizables de dicha construcción conforme con las inspecciones efectuadas por el técnico municipal de Cabrillanes y los agentes del Seprona.

Tal y como se comprobó, la acusada en ningún momento acondicionó la cabaña y su entorno no al uso de cuadra y pajar reglamentariamente o de refugio de pastores permitidos por su uso tradicional sino que la transformó en una segunda residencia de uso recreativo con todas las comodidades propias de la misma.

Así, dotó a la cabaña de un exterior empedrado, una barbacoa exterior, un anexo cubierto de 20 metros para su uso como garaje y una reforma interior completa que dotaba al inmueble de zona de baño, aseo y suministro eléctrico para el uso de todo tipo de electrodomésticos. La Fiscalía recuerda que la acusada no tiene además condición de ganadera o profesional del sector agropecuario.

El Ministerio Fiscal entiende que los hechos son constitutivos de dos delitos contra la ordenación del territorio y solicita a la mujer tres años de prisión así como una multa de 24 meses a razón de 15 euros diarios. Además, la sociedad de la que es titular deberá asumir una multa de 30 meses con una cuota diaria de 100 euros.