Transportes licita por 81,2 millones la reforma de los siete túneles de la AP-66

Para evitar la sanción a la que está expuesto, el ministerio saca a concurso el contrato con un presupuesto inicial de 81,2 millones que financiará con los fondos europeos del Plan de Recuperación. Es decir, Bruselas acabará poniendo el dinero que hacía falta para acatar su propia normativa, tal y como publica El Comercio.

El importe está cerca de triplicar lo que se invirte en el tercer carril de la 'Y' y es similar al de la ampliación del Hospital de Cabueñes. La Abogacía del Estado emitió en 2014 un informe determinando que es la concesionaria de la autopista, Aucalsa, quien «debe asumir el coste económico que en su caso sea necesario para adaptar la concesión a esos cambios en la normativa técnica»; también reconocía que «según la entidad» de la inversión, la empresa podía «tener derecho a que se restablezca el reequilibrio económico del contrato». Aucalsa repite desde entonces que tamaña factura la facultaba a encarecer los peajes o alargar la concesión más allá de 2050. Para evitar ese perjuicio a los usuarios, el ministerio asume la obra con la ayuda de la UE.

El plazo de la actuación es de 41 meses por lo que durante tres años y medio la circulación por la única vía de alta capacidad entre Asturias y la meseta quedará afectada por las obras. Los trabajos obligarán a organizar cortes totales de tráfico en los tubos de cuatro de los túneles, y parciales en los carriles de los tres restantes. Las restricciones se organizarán de forma secuenciada, de manera que los vehículos de ambos sentidos puedan aprovechar el tubo oeste de cada túnel mientras se trabaja en el este y viceversa. Los cortes más prolongados se producirán en el tubo II de El Negrón (que cerrará en principio 64 días) y en el I de Pando (hará lo propio 57 días).

Entre otras actuaciones, el proyecto implica la instalación de nuevos equipos de seguridad en todos los túneles, cámaras, opacímetros, ventilación reforzada, una mejor instalación eléctrica y abrir drenajes separados para la evacuación de líquidos peligrosos. También ejecutar nueve galerías de interconexión entre tubos y ampliar cuatro ya existentes para permitir el paso de vehículos de emergencia.

La ejecución de galerías de conexión supone la actuación de mayor envergadura. La directiva de la UE exige que en los túneles largos de la red transeuropea los usuarios encuentren galerías de escape como máximo cada 500 metros, y los vehículos de emergencia cada 1.400. Los túneles del Huerna son todos bitubo, con un tubo para cada sentido de la circulación. No cumplen ese parámetro de Bruselas el túnel de Pando (hay que abrir dos nuevas galerías), El Negrón (necesita seis nuevas y ampliar tres ya existentes), Oblanca (precisa de una galería) y Barrios (donde se proyectan dos nuevas galerías y ampliar la ya existente).

Se trabajará con dos turnos diarios consecutivos de ocho horas. La maniobra consta de varias etapas. Primero se corta el tráfico en un tubo; desde él se ejecutará un paraguas de micropilotes para afianzar la pared. Antes de proceder a la excavación se hará una viga de atado de hormigón; los primeros metros se perforan con maquinaria, y solo se pueden efectuar voladuras luego si no afectan a la estabilidad de la infraestructura. Entre hormigón, roca, asfalto y áridos, se retirarán 58.200 toneladas de residuo a acopiar en los vertederos próximos a la AP-66.

La directiva de la UE exigía poner firme de hormigón y reducir pendientes, pero el ministerio justificó excepeciones a la norma para hacer asumible la obra.