Transportes estima que al ritmo actual podrá abrir la variante de Pajares entre julio y septiembre

La primera es que el estreno tiene cariz provisional. Como desveló EL COMERCIO hace ahora un año, el retraso que acumula la adaptación del tramo León-La Robla a la alta velocidad reduce las prestaciones de la nueva infraestructura. Los trenes solo podrán circular en la variante sobre sus vías de ancho ibérico, quedando sin utilizar el tercer hilo que se ha instalado para composiciones en ancho internacional (también llamado estándar). En consecuencia tampoco tendrá uso alguno en esos primeros años el cambiador de ancho levantado en Campomanes.

Los trabajos de seguridad previstos para el último trimestre del año pasado se habían reprogramado para los primeros días de mayo, haciendo inviable que ese mes los asturianos puedan utilizar la variante.

Tras la noticia, tocó asumir la situación. Primero lo hizo la delegada del Gobierno, Delia Losa, el jueves; después, el consejero Alejandro Calvo. El viernes el presidente reconoció un retraso «de meses» que justificó por razones de seguridad. «Como candidato, para mí electoralmente lo mejor sería que abriera en mayo, aunque sea sin todos los filtros de seguridad, pero como presidente del Principado tengo que ser responsable», dijo.

«Sería una irresponsabilidad cegarme en abrir en mayo si eso es poner en peligro la vida de los asturianos», ahondó.

La gravedad de este traspiés es relativa. Adif, la empresa pública que gestiona la infraestructura, espera que la vía montada en ancho ibérico permita velocidades de 275 kilómetros por hora, mientras que la normativa vigente limita el ancho mixto (también llamado 'triple hilo') a 180, aunque se espera la aprobación de un nuevo texto que eleve el margen hasta los 220. Es decir, el lado que permite el ancho internacional será más lento, pero tiene la utilidad de ampliar la versatilidad de la infraestructura y las combinaciones en la explotación.

¿Cuál es la situación actual? Fuentes del Ministerio de Transportes detallan que la obra civil «está encarrilada», con ritmos de avance esperados que se vienen materializando. El último frente son unas galerías de evacuación «en las que se trabaja con todos los turnos».

La incertidumbre reside en los trabajos para homologar la señalización y las comunicaciones diseñadas para permitir que el tren avance con puntas de 250 kilómetros por hora. «No puedes solapar las pruebas y cada vez que surge una incidencia el tecnológo tiene que consultar con su matriz, que no suele estar en España, y hay que iniciar de cero la prueba», detallan. Al ritmo actual la horquilla de finalización más probable va de julio a septiembre. «Según avanzamos se reduce la incertidumbre. En marzo esperamos estar en condiciones de dar una expectativa más precisa», concretan desde el ministerio.

El presidente reconoció que desde Transportes se le fue previniendo «en las últimas semanas» de que se estaban produciendo retrasos en las pruebas de seguridad. «Algunas hay que repetirlas», expuso. «Además quieren que las pruebas no se queden en Campomanes, y las van a prolongar hasta Oviedo y Gijón para ver cómo es todo el recorrido», abundó Barbón. «Yo quiero que cuando abra lo haga en la fecha en la que la Agencia de Seguridad Ferroviaria lo haya validado todo. Jamás me perdonaría que hubiera un accidente por presiones políticas», señaló.

El presidente del Principado admitió haber sabido por EL COMERCIO que el ministerio, a través de Adif, planificaba una renovación del tramo Lena-Oviedo y que, para avanzarla, se contemplaba cerrar el tráfico ferroviario los fines de semana.

Esa restricción figuraba «en un documento técnico, si me permite, era un borrador de intenciones que no había pasado ningún filtro político; era una posición técnica hecha con la frialdad de los datos de movilidad, sin tener en cuenta la apertura de la variante», argumentó. «En cuanto lo supimos fijamos posición de forma contundente de descarte absoluto del cierre y el ministerio y el Adif han aceptado nuestra posición», confirmó. «Van a buscar todas las vías posibles para que no se corte», añadió. Ambas administraciones celebrarán una reunión a tal efecto la semana que viene, aprovechando la asistencia del consejero a Fitur. «Aprovecharemos para ver si hay que dejar prevista también alguna obra futura», comprometió.

Barbón anticipó que el próximo día 27, en Santiago de Compostela, asistirá a una cumbre con sus homólogos de la Junta de Castilla y León y la Xunta. Los tres presidentes defenderán una hoja de ruta que marque prioridades al Corredor Atlántico. «Mi compromiso como presidente es anteponer los intereses de Asturias sobre cualquier otro, no me vinculan a tribus ideológicas», argumentó. «Soy uno de los impulsores de la cumbre y reivindicamos el mismo trato que al Corredor Mediterráneo», defendió.