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Un desprendimiento de rocas y tierra sobre la AP-66 mantendrá la vía cortada durante meses. Una situación que obligará a los miles de vehículos que cada día circulaban por ella a utilizar el puerto de Pajares. La Guardia Civil intensifica la presencia de las patrullas de Tráfico en la zona para garantizar la fluidez de circulación en una carretera de atascos frecuentes.
La autopista, gestionada en concesión por Aucalsa, permanecerá cortada en ambos sentidos de circulación y se está desviando el tráfico por la N-630.
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