Secciones
Servicios
Destacamos
La noche aparece en Riaño y, con la oscuridad, las almas en pena recorren las calles de esta localidad leonesa como cada noche de 31 de octubre en una procesión silenciosa, tenebrosa e, incluso, estremecedora.
La tradición ha vuelto a tomar, entre el temor y la mitología, las calles de Riaño con la 'Güeste de Ánimas', un acto en el que las ánimas parten desde su impresionante iglesia románica para recorrer las calles con elobjetivo de reprochar a los vivos sus faltas, anunciar la muerte o cumplir una pena impuesta en el más allá.
Cientos de personas aguardaron el paso de estas almas en pena, entre el temor, la curiosidad y el amor por una tradición perdida y que en los últimos años, pandemia de por medio, ha regresado a Riaño.
Ataviadas con una túnica blanca, velas, caras desencajadas y elementos religiosos, el lento y pesado caminar de la 'güeste' ha encogido los corazones de todos los presentes.
La iniciativa, fruto del trabajo de la Asociación Cultural Montaña de Vadinia, continua con su labor de poner en valor y recuperar las tradiciones leonesas de la Montaña de Riaño. La localidad ha sido cómplice para ambientar esta tradición, suprimiendo el alumbrado público y metiendo al vecindario de lleno en un tenebroso desfiles.
La mitología leonesa ha sido el motivo para incentivar este desfile de no vivos que por momentos ha llegado a impresionar.
La Güeste de ánimas en León o Salamanca o Estadea en Zamora es una procesión espectral de ánimas en pena, ataviadas con mortaja blanca o negra, que en las noches del mes de los santos recorrían los caminos saliendo de cementerios o iglesias.
Su labor, reprochar a los vivos faltas o errores cometidos, anunciar la muerte o cumplir una pena impuesta en el más allá, buscando la redención de sus pecados. Una tradición cuya primera referencia en la Región Leonesa se encuentra en el auto de los desposorios de Moysen, escrita en Salamanca alrededor de 1570.
La palabra Güeste proviene de la expresión Hostis Antiqua («el ejército antiguo»), cuyo origen se remonta a los pueblos nórdicos, como una hueste o ejército de guerreros muertos del panteón pagano, según asegura la organización en un comunicado. Otros estudios citan como origen de esta leyenda en el día del Samhaim, de los pueblos celtas, cuando los muertos volvían al mundo de los vivos por unas horas.
Esta creencia pagana, con el cristianismo pasó a convertirse en lo que conocemos como procesión de almas en pena. Almas atrapadas en el purgatorio que solo con misas y oraciones lograrán salir de él. Al paso de la Güeste debes protegerte para que no te arrebaten el alma, marcando un círculo en el suelo con sal, tiza o una rama de tejo y metiéndote en él.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.