Sandra Santos | Peio García

Un 90% de los trabajadores de Vestas salen a la calle a exigir información y continuidad en las líneas de producción

Los sindicatos no «se creen» las promesas de reubicación de la factoría en una sóla línea y acusan a Vestas de «mentir constantemente»

I. SANTOS

León

Jueves, 28 de junio 2018, 14:24

Los trabajadores de Vestas salen a la calle para defender los puestos de trabajo ante la falta de información de la empresa danesa. Un seguimiento del 90% según las cifras que manejan los sindicatos en el primer día de paros que continuará en ... el tiempo si la situación no cambia.

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Las primeras informaciones de un posible cierre de líneas llegaban en 2017 y en ellas fuentes oficiales de la empresa aseguraban que sólo desaparecerían dos líneas, «que al final se han convertido en cuatro», por lo que los trabajadores no confían en los comunicados de la empresa y se sienten engañados. «Nos están mintiendo, creemos que con la producción que queda no va a ser posible», alerta Juan Francisco García, portavoz de la sección sindical de Vestas.

En los últimos días, Vestas comunicó a algunos de los trabajadores de las líneas que desaparecían su nueva ubicación, pero desde los sindicatos consideran que sólo es una estrategia para que cesen los paros. «Creemos que es una manera de alargar el proceso hasta conseguir entregar las máquinas y cuando tengamos la mínima producción no tengamos capacidad de reacción», han criticado desde la sección sindical. Los trabajadores quieren los acuerdos por escrito y que se confirme cuánto antes la producción prevista para el 2019, para que les aseguren que todos los contratos fijos se podrán mantener con la producción de una sóla línea.

Una ayuda de los políticos

La multinacional danesa mantiene en el Polígono de Villadangos una de sus mejores factorias hasta el momento en la que la productividad, los bajos incidentes y la capacidad de trabajar en diferentes productos y líneas a la vez les ha convertido en referente de la firma.

Los trabajadores de la factoría seguirán luchando y llegarán «a la huelga indefinida si fuese necesario» mientras Vestas no se siente a negociar y garantice los puestos. Una factoría que durante años destacó por ser la fábrica más competitiva y referente de la firma y que actualmente parece abocada al cierre, «hemos pasado de ser la fabrica más competitiva a algo residual», critica Juan Francisco García.

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Los sindicatos también han pedido compromiso a los partidos políticos, conocedores de todas las subvenciones que la fábruica ha recibido a lo largo de estos años. «Queremos que los politicos que han dadao esas subvenciones exigan que Vestas no se vaya».

Los paros de Vestas comienzan con el apoyo de sindicatos y algunos partidos políticos y con grandes movilizaciones en el polígono de Villadangos con la esperanza de que no sea necesario alargarlos en el tiempo y que la multinacional busque soluciones.

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