Suárez-Quiñones pide compensar el fin de la caza en Picos de Europa con instrumentos de promoción

El consejero de Fomento y Medio Ambiente recordó que Picos de Euros «atesora 67.000 hectáreas de red natura 2000, zona de especial protección de las aves, de especial protección de valores naturales piscícolas, de fauna y de especies arbóreas, además de los valores paisajísticos y del valor de sus gentes».

Unas gentes que en el caso de la vertiente que corresponde a Castilla y León cuenta con dos municipios entre los que se suman 650 habitantes, por lo que Juan Carlos Suárez-Quiñones apostó por «evitar la caída» de una población que «convive con las dificultades de un Parque Natural en cuanto a su uso, pero con una convivencia responsable», que se pondrá por escrito en el Plan de Uso y Gestión del Parque Nacional, «cuya tramitación se encuentra muy avanzada y que en los próximos meses se publicará».

De igual manera, Suárez-Quiñones puso de relieve que, en los próximos meses «tienen que ocurrir cosas importantes» en Picos de Europa, entre las que destacó la puesta en marcha próxima del centro de visitantes de Posada de Valdeón, para el que se han destinado más de siete millones de euros. «Un edificio importante que ya está terminado, pero para el que falta definir su equipamiento y funcionalidad interior» y que servirá para «equilibrar la entrada al parque por las tres partes», ya que mientras que la asturiana y la cántabra cuentan con «mucha afluencia», la leonesa «es más discreta, aunque se ha ido incrementando durante los años».

Una afluencia la medio natural que, tal y como expuso el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, «está adquiriendo un enorme protagonismo» este verano, ya que supone «una potencia turística» que «ha visto cómo el impacto de la crisis sanitaria ha hecho mella», por lo que puso de relieve «el alto nivel de traslación de demanda del turismo clásico al de recursos naturales».

Morán apostó por el capital natural en unos momentos «de incertidumbre» ocasionada por una crisis sanitaria que «se transforma en una crisis económica y, como consecuencia, social». En este sentido, consideró «imposible garantizar un nivel de salud pública si no se tiene la capacidad de garantizar un nivel de salud ambiental», lo que ha llevado a un consenso para «implementar esfuerzos administrativos para abordar un compromiso firme del rescate del capital natural para ponerlo al servicio de la garantía de sostenibilidad hacia el futuro de la economía y la salud».

Por ello, consideró «necesario» conectar el valor de recursos naturales que atesoran muchos territorios españoles con unas expectativas de generación de actividad económica que hasta el momento no corresponden con las que tienen los propios ayuntamientos, ya que en la mayoría de los casos son «municipios que sufren procesos de crisis demográfica», lo que «obliga a dar una respuesta positiva», por su potencial para «hacer frente al reto demográfico».