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Ricardo ha decidido acampar a las puertas de la Diputación para denunciar una venganza política que le ha hecho perder más de 50.000 euros y la tranquilidad de su casa durante más de diez años. Y no se irá hasta que no le aseguren ... una solución, que admite, esperanzado, parece que va a llegar muy pronto.
El problema, un técnico del Servicio de Asistencia a Municipios realizó unas mediciones 'erróneas' de la vivienda. La solución, que la Diputación envíe de nuevo al S.A.M. a comprobar esas medidas. Y entre medias, «intereses políticos», multas, escritos al Ayuntamiento y a la Diputación y una infinidad de problemas para Ricardo y su familia.
Allá por el 2006 finalizaba las obras de su nueva casa en el Val de San Lorenzo, donde era portavoz del PSOE, «con todos los permisos al día». Sin embargo, cinco años más tarde se llevaron una sorpresa cuando la Diputación, a petición del Ayuntamiento, envió a un técnico de la S.A.M. para realizar las medidas de la misma.
Esta es la primera denuncia del propietario, que afirma que la medición la realizó un técnico «según la hemeroteca, afín al PP» enviado por la alcaldesa de la localidad con la que tenía alguna cuenta pendiente.
El, entonces, portavoz del PSOE junto con su equipo de gobierno rechazaron firmar los papeles de final de obra de una vecina, «porque no se había finalizado y no se podía» resalta. La vecina resultó ser la alcaldesa en la siguiente legislatura y, Ricardo está convencido de que mandó al técnico «como venganza por no haberle firmado los papeles».
Según los parámetros de altura establecidos dentro de la legalidad y las mediciones realizadas por el S.A.M., la vivienda solo debería contar con el bajo más un piso, y la casa de Ricardo tenía dos. Y ahí empezó la sucesión de diez multas de más de 2.000 euros cada una que pagó por no querer tirar el tejado. Aunque finalmente accedió y se llevó otra nueva sorpresa. Las nuevas mediciones para realizar la reforma del tejado no coincidían con las anteriores.
La mayor incongruencia, denuncia, es que el Ayuntamiento aprobó la licencia de obra con esas nuevas medidas por lo que las daba como válidas. Entonces Ricardo decidió no continuar con la obra porque «el ayuntamiento está utilizando dos medidas diferentes».
Desde entonces no se ha cansado de pedir una revisión del proyecto, «que vuelvan a medir la casa y si su informe inicial no es correcto que lo rectifiquen». Ha enviado cartas al propio Llorente «bien redactadas y con los documentos correspondientes para comprobar la legalidad» a las que la respuesta siempre ha sido, por diversas razones, una negtiva a su propuesta.
Ahora, en las puertas de la Diputación en la capital, ha conseguido que el presidente, Morán, hable con él. «Me ha dicho que está en ello y yo la verdad que me lo creo y creo que se va a solucionar pronto» afirma, a la vez que pide que se lo «entreguen por escrito o que vayan directamente a medir» eso sí, la única condición que pone es que «haya otro arquitecto delante para comprobar que las cosas se hacen bien».
Ricardo confía en las soluciones porque está denunciando algo que «es fácilmente comprobable, solo hay que ir con el informe en la mano y comparar».
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