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Tres hombres jóvenes fueron masacrados por tropas romanas en la zona del cordal de La Sobia, entre lo que hoy son los concejos de Teverga y Quirós, hace unos 2.000 años, muy probablemente en los tiempos en los que Nerón era emperador en Roma. Este es uno de los tres importantes hallazgos arqueológicos que acaba de presentar en la casa de cultura de Teverga el arqueólogo Alfonso Fanjul, acompañado por la alcaldesa del municipio, Maria Amor Álvarez, visiblemente entusiasmada por la confirmación de que en el yacimiento «hay tantos restos arqueológicos que es posible hacer una serie histórica desde la prehistoria a la edad moderna».
El más reciente en el tiempo corresponde a los restos de tres hombres jóvenes, dos de ellos de entre 20 y 30 años y un tercero de entre 30 y 36, en el fondo de una sima en la zona norte de La Sobia. Los tres hombres habrían sido arrojados allí muy probablemente, según indica el arqueólogo, por tropas romanas vinculadas a una legión que procedería de la ciudad hispanoromana de Clunia, en lo que hoy es el sureste de la provincia de Burgos, dado que en la zona se han encontrado monedas militares procedentes de ese lugar. El hallazgo implica por una parte que la romanización de la zona fue clara y evidente, y confirma también que no se produjo con un solo enfrentamiento violento, sino que hubo una serie de incidentes de mayor o menor entidad, pero está claro que, según indica Fanjul, « hubo rebeliones de astures en época de Nerón».
La sima en la que aparecieron estos restos es muy profunda y tiene aún una potencia como yacimiento arqueológico muy notoria, según indica Fanjul, que confía en encontrar restos de más individuos en la misma oquedad. A los restos óseos que han aparecido (huesos pélvicos, algunas tibias y otros de menor tamaño, aunque aún no han hallado ningún cráneo) y a los que se pueden encontrar en el futuro se les practicarán diversos análisis, como el de ADN para identificar la población a la que pertenecían y si había relaciones de parentesco entre ellos, o el de isótopos para analizar su dieta, e incluso, a través del análisis de estroncio en los dientes, si estos aparecen, se podrá precisar su zona de habitación habitual y su origen.
El hallazgo confirma, por otra parte, lo ya identificado en la zona desde las primeras prospecciones efectuadas en 2004 en los dos castros romanos que ya existían pero que estaban sin estudiar y pueden estar vinculados a poblaciones como las de una granja prerromana en Sobrevilla que también se ha identificado de forma muy excepcional en los estudios previos.
Yendo más atrás en el tiempo, el segundo hallazgo corresponde a una punta de bronce de tipología de palmela, de unos 6,7 cm de longitud, encontrada en una zona de paso de la sierra de La Sobia, como evidencia de práctica cinegética durante el Calcolítico, o Bronce final, que en la mayoría de los yacimientos europeos se corresponde con el paso de la prehistoria al inicio de las etapas históricas.
La punta corresponde a una lanza de caza que tiene el extremo doblado por el probable impacto contra un hueso o una roca y que habría sido perdida o abandonada en la zona por un grupo de cazadores que, según Fanjul, estaría vinculado a poblaciones establecidas en lo que hoy es el norte de León, ya que en el valle situado al sur del puerto de ventana se han encontrado una buena cantidad de puntas similares a la hallada en Teverga, lo que demuestran esa relación y apunta a la posibilidad de la existencia de grupos errantes de cazadores en un momento en el que el paso a la vida sedentaria de poblaciones agroganaderas ya estaba muy asentado. Éstos cazadores podrían ser a su vez pastores trashumantes que complementasen su dieta con caza.
Por último, Fanjul ha presentado también los resultados de excavaciones en la misma sierra en una zona situada en torno a los 1.500 metros de altitud en los que se han podido recoger materiales líticos asociados a un abrigo rupestre de unos 25.000 años de antigüedad, lo que lo sitúa en el paleolítico medio.
Fanjul ha subrayado que en ese momento el clima era interglaciar, lo que favorecería la posibilidad de asentamientos prehistóricos estacionales en altura, pero el hecho es que en la región al menos este es el de mayor altitud que por el momento se ha identificado.
Entre los hallazgos de este último yacimiento hay una llamativa hacha bifaz lítica, claramente empleada y desgastada en labores vinculadas a la supervivencia del grupo humano allí ubicado, así como varias machacadoras y al menos un cuchillo elaborado en piedra con cuarcita de río. Hay que tener en cuenta que en esa zona las fuentes de agua son muy limitadas, lo que dificulta el establecimiento de poblaciones en ese periodo.
La presentación ha concluido con una exposición de los hallazagos a los alumnos del colegio público de Teverga, que han mostrado un vivo interés por todos los elementos mostrados por el arqueólogo y por lo que implican sobre la historia de su concejo..
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Fernando Morales y Álex Sánchez
Sara I. Belled y Jorge Marzo
José A. González, Sara I. Belled y Cristina Cándido
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