Oh Israel, al que te bendiga, bendeciré; al que te maldiga, maldeciré

El conflicto palestino con Israel, único estado democrático en Oriente Medio, ha desatado en la izquierda española una serie de manifestaciones antisemitas que nos devuelven a los peores momentos de la persecución contra los judíos en la Alemania de los años 30 y 40. Sira Rego, ministra de Juventud e Infancia y la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, escenifican a la perfección los prejuicios y odios contra los judíos, tan arraigados en la izquierda, haciendo suya la frase de los nacionalistas palestinos: «liberar Palestina desde el río hasta el mar», lema utilizado por los terroristas de Hamás en su peor acepción: destruir el Estado de Israel y exterminar al pueblo judío que lo habita.

En el salvaje atentado del pasado 7 de octubre, más de 1000 civiles israelitas fueron masacrados y 200 llevados como rehenes al cautiverio de los túneles que horadan la franja de Gaza. A rehenes y asesinados nos se les ahorró ningún tipo de sufrimiento: quemados vivos, mutilados, mujeres y niñas sistemáticamente ultrajadas delante de sus parientes; fetos arrancados del vientre de las madres. Israel en legítima defensa, atacó la franja de Gaza y ha causado desde entonces, según cifras de Hamás (puestas en tela de juicio por la ONU), más de 30000 muertos.

Lo que pocos dicen, es que Hamás, fundamentalistas islámicos al servicio de Irán, no tiene ningún respeto por la vida de los palestinos, a los que también mantiene secuestrados bajo un régimen de terror fundamentalista, un pueblo al que utiliza como escudo y parapeto de sus complejos militares, camuflados en hospitales; escuelas; institutos y edificios de la administración pública. Nuestro presidente Pedro Sánchez, acosado por problemas internos: impopularidad de la amnistía al golpe de estado catalán; caso Koldo; investigación de su esposa Begoña Gómez; externos: Marruecos- Pegasus; enemistad con Argelia, inició una campaña de distracción por diversos países, con el fin de obtener el reconocimiento del Estado Palestino, ignorando que los palestinos rechazan ese estado desde los años cuarenta, pues sería un doble estado y ellos no reconocen el derecho de Israel a existir. Mucho nos tememos que más tarde o más temprano, Israel-Marruecos, entregarán a la oposición española, la cabeza de Sánchez en bandeja de plata.

La relación de la Montaña de Riaño con los judíos no siempre fue óptima, pero, mucho mejor que la actual de Pedro Sánchez con Israel. En 1489 los Reyes Católicos daban una provisión real en contra de los abusos que los judíos de Almanza cometían contra los vecinos de los concejos de la merindad de Valdeburón, en ella urgían el cumplimiento de la ley dada en las Cortes de Madrigal (1476) en contra de la usura. «Se quejaban los vecinos de Valdeburón de que tomaban bueyes, vacas o dinero a los judíos de la aljama de Almanza y de otras aljamas (seguramente las de Cea y Sahagún situadas en una de las importantes rutas de la carretería montañesa a Tierra de Campos), y que los judíos llegaban a exigir más de 10.000 y 12.000 maravedís al año por préstamos de 3000 ó 4000 maravedís. Los vecinos de la merindad de Valdeburón se veían muy apurados pues los judíos estaban a punto de embargar todos sus bienes» (E. M. Redondo. La Montaña de Valdeburón. 1980). Sin embargo, los montañeses olvidaban que: «la tasa de interés otorgada en 1438 por Juan II en las Cortes de Madrid, habían fijado a los judíos una tasa legal de interés del 25%».

Por lo anteriormente dicho, podemos aplicar a nuestros antepasado montañeses aquel refrán que dice: «si no quieres polvo no vayas a la era», al menos a la era de los prestamistas judíos de Almanza. En Europa, renace sañuda la mala hierba del odio contra los judíos por parte de una izquierda que es visceralmente antisemita y también, de los fundamentalistas musulmanes, nuevos almorávides y almohades de las banlieues francesas, que se suman al tradicional antisemitismo de las bestias pardas y rojas; siempre los extremos se tocan.

Un cristiano que conozca las raíces de su credo, siempre respetará y amará con determinadas cautelas a sus hermanos mayores en la fe: los judíos. Incluso, aquí con más cautelas, amará y respetará a los musulmanes, todos hijos y renuevos del tronco común de Abraham Avinu. Ojalá un día, cesen las disputas entre hermanos por la herencia de la Tierra Santa. Un nuevo Ismael e Isaac nacerán del consenso fraterno.

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