El ajo sigue siendo 'plato fuerte' en Santa Marina del Rey

Había ganas de reencuentro, de recuperar todo el sabor, de disfrutar de una aroma único y de lucir las ristras que se podían contar por miles este 18 de julio.

Santa Marina del Rey ha vuelto a celebrar su centenaria Feria del Ajo y ha demostrado el por qué de una tradición que se remonta al siglo XII.

Con un invitado de excepción, el presidente de las Cortes, Carlos Pollán, la bienvenida en el Ayuntamiento ha estado envuelta de los nervios típicos del concurso de ristras, una de las citas ineludibles para una zona que vive por y para los ajos.

Francisco Javier Álvarez, alcalde de Santa Marina del Rey, agradecía la presencia de todos los asistentes a este evento que ya se tenía ganas de celebrar. «Queríamos reencontrarnos con los productores de ajo, con los puestos de escabeche de tino, con los de artesanía; y ver esta feria, la vida que tiene y el motor económico que es para la zona y para la provincia». Y el regidor esperaba que tras dos años de parón por pandemia, este 2022 todo saliera bien y nunca más tuviera que volverse a suspender una feria que data del año 1162.

Por su parte, Pollán mostró su agradecimiento por la invitación cursada por el Ayuntamiento para acudir a una feria «muy importante» para el producto estrella de la zona y que genera a su alrededor «otras sinergias en otros productos que evolucionan con él».

Centenares de puestos con productos de todo tipo se citaron por las calles de la localidad que revivía la ebullición de los mejores meses de julio que se recuerdan.

Y el epicentro de todo ello era la plaza central. Allí, los ajeros regresaban para invitar a los visitantes a llevarse a casa su mejor ristra. Y con recomendación incluida. ¿Cómo se debe conservar un ajo? A esa pregunta respondía una de las vendedoras, llegadas desde Toro. «El ajo está siempre pensado para estar en un sitio seco, que no sea húmedo, que es como se estropea. La temperatura normal de una casa está perfecta para dejarlo colgado, vamos cortando la cabeza que nos haga falta y así es como mejor se conserva».

El producto estrella de la zona que lo es también de todas las casas en España. Y es que, la gastronomía de nuestro país no se entendería sin el ajo. «En España ya no sabemos cocinar sin ajo. Además es buenísimo. Es antiinflamatorio, antioxidante y antiséptico. El ajo es muy bueno y hay que echarlo para todo».

Todo tipo de variedad se exponía en una plaza donde decenas de vendedores sumaban miles de cabezas para ofrecer un sabor inconfundible, un producto exquisito y toda la historia de una Feria del Ajo que ha servido de reencuentro y que promete repetir éxito, y no solo entre sus comensales.

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