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Sahagún da descanso eterno a su rey Alfonso VI. Dos años después del traslado de los restos del monarca a la nueva tumba obra del escultor Amancio González y coincidiendo con la efeméride de su nombramiento como rey de León, Galicia y Castilla hace 949 años, la villa cumple con la voluntad del apodado El Bravo para su eterno descanso.
El Obispo de León, Luis Ángel de las Heras, bendecía este 8 de octubre las tumbas de Alfonso VI y de sus cuatro esposas, Inés, Constanza, Berta y Zaida, en un acto íntimo en el mausoleo real del monasterio facundino de Santa Cruz, lugar en el que, como recordó el cronista oficial de León Máximo Cayón, el monarca dejó escrito en su testamento que quería reposar.
Un acto que llega dos años después del traslado de los restos a su nuevo emplazamiento y cuya inauguración y presentación a los vecinos de Sahagún ha tenido que esperar a causa de la pandemia.
«Es un día histórico para la villa de Sahagún», aseguraba su alcaldesa Paula Conde tras escuchar la crónica de Cayón sobre un rey que «permaneció casi 30 años en Sahagún» y al que, aunque la muerte le sorprendió en 1109 en Toledo, ciudad que conquistó 1085, quiso regresar para su descanso eterno, voluntad que su hija Urraca I cuplió.
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Amancio González fue el artisita encargado de elaborar la nueva tumba para Alfonso IV apodado El Bravo y la de sus cuatro esposas. «Fue un reto pero me dieron mucha libertad», explicaba, mientras apuntaba que el objetivo que persiguió en todo momento fue «dotar a las tumbas de una narrativa que recordase al siglo XI» para lo que se rodeó de información «acerca del románico y que plasmase la historia de aquellos años».
lfonso VI de León y de Castilla, apodado 'el Bravo' nació en 1040 y falleció en Toledo en 1109. Hijo de Fernando I de León y su esposa Sancha, tras la muerte de este en 1065 recibió el reino de León ante la oposición de su hermano Sancho II, que había recibido Castilla.
A la muerte de Sancho II de Castilla, asesinado mientras asediaba a su hermana Urraca en Zamora, Alfonso VI fue llamado para ser coronado rey. Así, en 1072 los reinos de León y Castilla se unificaron bajo su figura, a los que sumaría también el de Galicia hasta su muerte en 1109.
En 1085, Alfonso VI logró apoderarse de Toledo, uno de los mayores logros de su mandato. Pocos años después fallecería en la capital del Tajo el 1 de julio de 1109 cuando intentaba defender la ciudad del inminente asalto almorávide.
Su cadáver fue conducido a la localidad leonesa de Sahagún, donde se le enterró el 12 de agosto de hace ya 910 años, cumpliéndose así su voluntad.
Con la austeridad y las referencias a la época como marca personal, el elemento más polémico que presenta la obra es la corona del rey con castillos. «Está inspirada en la corona regia más antigua que se conserva y que perteneció a Sancho IV y Alfonso X, cien años anterior al propio Alfonso VI y que representa precisamente la grandeza de la época»,explicaba el artista.
Junto al rey reposan los restos de sus cuatro esposas y el infante muerto prematuramente. «La figura responde a una mujer con atuendos de reina de la época y sobre su vientre descansan cuatro rosas en representación de las cuatro mujeres que comparten sepultura».
Sahagún cumple así con su historia y la de un rey que siempre sintió devoción por la villa y que este 2021, casi 950 años después de su coronación como rey y emperador de León, Castilla y Galicia, ya descansa, oficialmente, en paz.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
José A. González y Álex Sánchez
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