'En ruta por las enfermedades raras' recorre kilómetros por la montaña de Riaño y corona la cima del Pico Yordas

La expedición, conformada por algunos socios de la asociación, partió a primera hora de la mañana de las proximidades de la localidad leonesa de Liegos y, tras caminar por el valle de San Pelayo, afrontó la ruta que desemboca en el Pico Yordas, atalaya indiscutible desde la que se aprecia la Montaña de Riaño, así como parte de los Picos de Europa y de la Montaña Palentina.

Durante el descenso tuvo lugar el tradicional momento de concienciación, en el que los asistentes al reto ahondan y profundizan en algunas de las necesidades sociosanitarias más importantes que rodean al mundo de las enfermedades poco frecuentes. En concreto, en este reto volcaron todos sus esfuerzos en revisar y conocer las coberturas de las administraciones públicas de cara a los tratamientos que necesitan las personas que tienen estas patologías.

Así, tomando como referencia el último Estudio ENSERio, Estudio sobre situación de Necesidades Sociosanitarias de las Personas con Enfermedades Raras en España, comprobaron hasta qué punto el Sistema Nacional de Salud cubre, y en qué medida, los costes de los servicios, las pruebas, los productos sanitarios y los medicamentos imprescindibles para afrontar estas patologías, con especial énfasis en las terapias, en las diferencias existentes por grupos de patologías y entre comunidades autónomas, y en el gasto económico que acarrea una enfermedad minoritaria en el círculo familiar como consecuencia de lo que esta supone a todos los niveles.

No es la primera vez que En Ruta por las Enfermedades Raras pisa tierras leonesas para hacer visible lo invisible, sensibilizar sobre la realidad de las enfermedades poco frecuentes y apoyar su investigación. En 2018, en su fase de proyecto, recorrieron la ruta del Cares y poco después afrontaron un reto que les llevó desde Soto de Sajambre al refugio de Vegabaño, desde donde coronaron el Pico Jario (1.914 m), y, en 2019, partiendo de la localidad leonesa de Posada de Valdeón, llevaron su causa hasta la Vega de Llós.