Riaño denuncia su 'segunda muerte' al prohibir CHD que los vehículos a motor se desplacen por el pantano

La 'paz social' alimentaba la idea de un prometedor futuro hasta esta misma semana cuando las autoridades de la zona se han dado de bruces con un «proyecto normativo de la Confederación Hidrográfica del Duero» que contempla la supresión de uso de las aguas y el curso sobre las mismas por parte «de vehículos a motor».

El alcalde de la localidad, Fernando Moreno, remarca con enfado que la medida «nos ahoga por segunda vez. Primero nos arruinaron el valle con la inundación y ahora lo hacen con esta medida».

«Lo que pretende la CHD es que en el año 23 se ponga en marcha la prohibición de navegación a motores de explosión para algunos pantanos y en el 27 para otros, en este caso Riaño», recuerda. Se incentiva de este modo la navegación a «vela, remo o eléctricos».

«Lo que van a hacer es machacarnos con el tema del turismo. Por ejemplo el barco turístico se caería por su popio peso, se pasaría de cinco viajes al día a un único viaje, lo mismo que otras actividades que requieren de navegación a motor», añade al mismo tiempo que se lamenta por la falta de diálogo con las partes implicadas antes de emprender este camino.

Para añadir: «Entendemos la apuesta por un medio ambiente sostenible, pero con los mismos plazos que los vehículos a motor. Presentaremos alegaciones y esperamos contar con la colaboración de Diputación y Junta de Castilla y León en esta batalla».

Fernando Moreno insiste en que está en juego el futuro «de la comarca. No se pueden cometer estas atrocidades. El futuro de la zona vuelve a estar en juego ahora que parecía que sacábamos la cabeza de a ruina en la que hemos estado».

La medida se enmarca en el borrador, disponible para consulta pública en su página web, para el nuevo plan hidrológico del Duero del periodo 2022-2027. En el mismo, se recoge esta actuación «con el fin de garantizar una actividad sostenible y la seguridad de las personas».

Desde la propia CHD recuerdan que la medida, que afecta a los motores de combustión, busca la apuesta por los motores eléctricos y sostenibles y que el plazo de adaptación es hasta 2027.