Puebla de Lillo se llena por la Matanza

La feria abrió sus puertas el día 18 con la apertura de un recinto donde cerca de 30 vendedores ofrecieron sus productos a los turistas que se dieron cita en Puebla de Lillo. La variedad fue la tónica dominante de unos stands donde se podía comprar desde productos artesanos y pasteleros hasta equipamiento de montaña. La proximidad geográfica con la estación de esquí de San Isidro (apenas 15 kilómetros separan ambas localizaciones) y la inminente llegada de la temporada invernal supusieron un aliciente para todos aquellos visitantes aficionados a los deportes de nieve. La mañana continuó con la charla impartida por G.R.E.I.M Sabero. El grupo de rescate de montaña, originario del cercano municipio, ha sido pieza clave en miles de operaciones de gran dificultad acometidas a lo largo y ancho de nuestra geografía.

Poco después del mediodía, la tan esperada matanza del cerdo tuvo lugar en el recinto ferial ante la atenta mirada de todos los curiosos que se acercaron a la localidad. El grupo 'Los Tolinches' dio la nota musical de un acto que, año tras año, continúa siendo parte de la tradición local. Este 2023, como novedad, las piezas del animal no fueron subastadas, sino que fueron sorteadas al día siguiente en una rifa. A lo largo de la tarde, los hinchables para los más pequeños dieron colorido a la festividad. A su vez, el ayuntamiento de la localidad organizó una visita guiada por el pueblo que culminó con el tradicional magosto llevado a cabo en el recinto ferial.

Junto a la matanza, la gastronomía también acaparó la atención de la feria. Las degustaciones celebradas durante los dos días fueron todo un éxito. Cientos de personas no desaprovecharon la ocasión y pudieron saborear platos tan asociados con el gocho como la morcilla o el picadillo. Por su parte, los restaurantes de la localidad también contaron con más afluencia de lo normal con motivo de las Jornadas Gastronómicas. Las mesas de los locales se llenaron de turistas dispuestos a probar el menú típico de la zona por 25 euros. En él, se podía elegir entre una amplia gama de productos asociados al cerdo.

El domingo comenzó con la apertura de la feria una hora antes del mediodía. El I Mercadillo Solidario (todo lo recaudado se donó a la Asociación Española contra el Cáncer) contó con gran afluencia de un público dispuesto a aportar su granito de arena en la lucha contra la enfermedad. Otras actividades, como la exhibición de lucha leonesa ofrecida por el Club «Montaña del Porma», sirvieron de antesala para las nuevas degustaciones del domingo y las últimas jornadas gastronómicas. La tarde del domingo, ya con cierto regusto amargo por el final de la feria, contó con menos público. Finalmente, el recinto cerró sus puertas a las 18:00, dando así por concluido un fin de semana que ha supuesto un fuerte impulso económico para la localidad. Mientras tanto, los vecinos de Puebla de Lillo ya comienzan a preparar el día de la Matanza del próximo 2024 con las mismas ganas e ilusión que lo llevan haciendo edición tras edición.