La Confederación Hidrográfica del Duero ya se prepara para afrontar cualquier escenario posible cuando se produzca el deshielo de la nieve que las últimas semanas ha caído en la montaña leonesa. Un deshielo que dependerá de las condiciones meteorológicas de los próximos días en los ... que, según AEMET, no se esperan subidas bruscas de temperaturas ni grandes precipitaciones que supongan un riesgo para la capacidad de los embalses de León, al 65% de su capacidad actual.
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Aunque sí se espera un cambio de modelo a partir del miércoles con la entrada de un frente atlántico que dejará temperaturas templadas y precipitaciones en forma de lluvia en zonas de montaña, las previsiones no apuntan a que el deshielo se pueda producir de forma descontrolada, aunque recuerdan que la situación puede cambiar en cuestión de semanas y hay que hacer un seguimiento.
La clave para evitar situaciones de desbordamiento como las de finales de 2019 está, según explican desde la Confederación, «en el seguimiento permanente de los embalses, la nieve acumulada y las previsiones meteorológicas». Unas previsiones que, de momento, no apuntan a que el deshielo se produzca de forma brusca y que, de seguir la tónica habitual, podría no suceder hasta los meses de verano.
«Manejamos escenarios tanto en los que la nieve se mantiene hasta el verano como en los que desaparece en menos de una semana», afirman desde la CHD, y recuerdan que «en situaciones normales con cambios leves en las condiciones meteorológicas la repercusión del volumen embalsado de las reservas de nieve del invierno no son de gran importancia».
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Y es que, aunque las nevadas de las últimas semanas en las zonas de montaña hayan dejado carreteras cortadas y pueblos aislados, la Confederación afirma que el volumen no se diferencia especialmente del de otros años y ya trabajan en protocolos para conseguir un equilibrio entre el agua embalsada y tener la capacidad de laminar las avenidas que pudieran producirse en caso de temperaturas anómalas y precipitaciones intensas que, de momento, no se prevén.
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Asimismo, la CHD desarrolla tareas de control de cauces a través del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH Duero) para detectar en tiempo real posibles situaciones extraordinarias, que darían inicio a los protocolos de comunicación establecidos con las diferentes instituciones responsables de la gestión del riesgo de inundación, en sus respectivos ámbitos territoriales.
Desde la Confederación recuerdan que «las reservas de nieve en alta montaña no son una amenaza, sino un factor de producción de riqueza» y ya trabajan para garantizar que el agua que acumulen embalses y pantanos de la provincia llegue a las zonas regables cuando se necesite.
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