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Martes, 11 de julio 2017, 13:31
La Junta Vecinal de Pinos de Babia ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo al Ayuntamiento de San Emiliano por su inactividad ante la “grave” situación que están viviendo los habitantes de ese pueblo provocada por los “abusos y actuaciones” que están llevando a cabo ... algunos de sus ganaderos, causando problemas de salud pública dada la falta de salubridad y los malos olores, así como el deterioro general de calles y caminos ocasionado por los ganados que campan libremente por el pueblo llevándose por delante paredes y cierres de fincas, además de pastar en fincas públicas y privadas sin tener licencia para ello.
Estos hechos han sido denunciados en reiteradas ocasiones ante el citado Ayuntamiento de San Emiliano,ante la Junta de Castilla y León, Guardia Civil, Seprona y Confederación Hidrográfica del Duero, a quienes han pedido una solución para la preocupante situación que llevan soportando desde hace varios años, sin que hasta el momento se hayan obtenido respuestas y medidas efectivas.
Destaca, según denuncian a través de un comunicado, el informe-denuncia realizado por el Seprona en el año 2015 a requerimiento de los vecinos, y en el que se recogen hasta 7 infracciones cometidas por estos ganaderos y el escrito-denuncia presentado por uno de estos vecinos, José Rodríguez del Potro, ante la Subdelegación del Gobierno en León, refrendado por 93 firmas, que tampoco ha obtenido respuesta.
En una reciente reunión con el alcalde de Pinos, la Junta de Castilla y León dijo que no tenía competencias para solucionar este conflicto, sin embargo, sigue dando ayudas y subvenciones a estos ganaderos que tienen varios expedientes abiertos así como denuncias en marcha.
Pinos es un pueblo ganadero de la comarca de Babia que forma parte del Parque Natural de Babia y Luna y también de la Reserva de la Biosfera tal y como lo declaró la Unesco, que en los últimos años ha sufrido un grave deterioro provocado por la mala actuación de algunos de los ganaderos que utilizan fincas públicas y privadas como si fueran de su propiedad. Lo mismo hacen con las propias calles del pueblo que ocupan sus ganados –vacas, caballos, ovejas y cabras- sin control alguno, al igual que sus numerosos perros que viven y comen en las calles y caminos públicos.
También utilizan los lugares públicos como aparcamiento para sus aperos de labranza, herramientas y maquinaria agrícola: tractores, segadoras, empacadoras, restos de materiales… en especial en lo que se considera la plaza del pueblo que ha sido “privatizada” por uno de estos ganadores e incluso cerrada para su uso particular.
En este punto, subrayan que existe una Ordenanza aprobada por el Ayuntamiento de San Emiliano, en la que se regula, entre otros puntos, la limpieza de calles y caminos, el vallado de parcelas ubicadas en el casco urbano, así como la correcta utilización de las vías públicas.
El propio pueblo de Pinos cuenta con una ordenanza en la que se recoge las normas básicas de respeto y convivencia entre los vecinos, como por ejemplo que los perros no pueden estar sueltos ni vivir, comer, defecar… en las calles; que el ganado no puede campar a sus anchas sin pastor; que las calles tienen que tener un mínimo de limpieza.
Además hay un pliego especial de aprovechamiento de pastos publicado por la Junta de Castilla y León en el que se recogen las condiciones en las que se debe de tener los animales, condiciones que no se respetan.
La Junta Vecinal de Pinos considera que hay una sobreexplotación del Monte de Utilidad Pública por lo que el ganado además de pastar en fincas privadas sin autorización ni pagar por ello, cuando llega el invierno no cabe en las cuadras por lo que viven en las calles y caminos donde incluso se les da de comer, llevándose por delante paredes y cierres de fincas particulares, dificultando el tránsito de los coches y poniendo, en ocasiones, en riesgo la vida de las personas, además de producirse numerosos incidentes entre ganaderos por hurtos de pastos, lo que ha deteriorado la convivencia entre los vecinos, produciéndose en ocasiones enfrentamientos personales.
Especialmente grave es la utilización de cuadras ubicadas en el casco del pueblo que no cuentan ni con licencia para ello, ni con las mínimas infraestructuras, vertiendo los orines y demás desperdicios y residuos directamente al rio o a los caminos por donde transitan los habitantes del pueblo con los consiguientes olores, insalubridad y el daño contra la salud pública que todo ello provoca.
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