Secciones
Servicios
Destacamos
RUBÉN FARIÑAS
La Baña
Jueves, 24 de agosto 2017
Viven las peores horas de su vida y lo hacen con miedo, impaciencia y mucha preocupación. Ésa que genera la incertidumbre de no saber qué ocurrirá con sus casas, propiedades y bienes personales.
51 vecinos de Trabazos han pasado una jornada para olvidar. Refugiados ... ahora en el polideportivo de La Baña y con el apoyo de la Cruz Roja, sus particulares ángeles de la guarda en estos momentos, recuerdan cuando la Guardia Civil les pidió que desalojasen su pueblo.
Manuel Ramírez no esperaba que el incendio forestal de Losadilla acabara propagándose de esta manera. «Veíamos el fuego, pero no imaginábamos tener que salir de esta manera». Sentado junto a varios miembros de su familia, explica lo ocurrido en la noche de este miércoles. «Sólo pudimos coger lo que teníamos a mano y, después, ayudando a los que no tenían medio de locomoción para que pudieran salir del pueblo». Este cabreirés de adopción reconoce estar «preocupado» por las casas y condena enérgicamente al pirómano autor de este atentado contra la naturaleza: «El que ha hecho esto no tiene perdón de Dios».
Los niños revolotean por el centro deportivo. A lo lejos, un joven permanece sentado junto a una improvisada cama con la mirada perdida. Alrededor de medio centenar de camillas hacen esa función y, junto a ellas, un pack de mantas de Cruz Roja.
«En mi familia somos siete y el gato; y de repente vimos el fuego», explica a leonoticias Florentina Carrera. Sólo tiene palabras de agradecimiento para los voluntarios que en turnos de ocho horas tratan de garantizar el bienestar a los vecinos de Trabazos en sus peores horas. «Estamos bien, pero no a gusto; por los niños, por las casas, por eso que hemos luchado tanto para tener un rinconcito donde vivir».
Entre los habitantes de la localidad leonesa presentes en este polideportivo de La Baña también hay un perro, el mejor amigo del hombre que también en estas circunstancias. Le acompaña a la mesa Montse Moyano, que llegó de Ponferrada el miércoles por la noche. «Cuando llegamos la Guardia Civil no nos dejaba entrar al pueblo». Por ello, a pesar de ser joven y mostrarse paciente, reconoce estar «tranquila a medias» porque «no tenemos nada, no hemos cogido ni ropa para los niños; hemos venido con lo puesto».
El complicado trance es más llevadero gracias a la labor ejercida por Cruz Roja. Grupos de 7 u 8 voluntarios prestan todas las comodidades que pueden a los vecinos de Trabazos. «Nuestro objetivo es resolver el tema de la comida y suministrar medicamentos porque algunos los necesitan y han tenido que salir corriendo de sus casas». María Asunción Álvarez está en el turno de mediodía y se ve en un compromiso cuando los más mayores les preguntan cuándo volverán a sus casas. «Es una información que no tenemos y difícil de explicar».
El paisaje desolardor que muestra La Cabrera tiene en La Baña su visión más humana. Alrededor de 8.000 hectáreas calcinadas, varios focos activos y decenas de personas en vilo por saber cuándo y cómo podrán recuperar sus vidas, esas que un pirómano quiso prender fuego para acabar con el idílico ritmo de vida de la comarca montañera.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los Reyes, en el estand de Cantabria en Fitur
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.