Estanco número 2 de Cistierna donde se repartieron los décimos. Leonoticias

El Niño que «tapó agujeros» sin cambiar la vida a Cistierna

32 millones de euros en forma de segundo premio del sorteo del Día de Reyes llegaron al municipio leonés en un premio muy repartido en la zona, ¿qué ha sido de los que repartieron la fortuna?

Sábado, 6 de enero 2024, 09:29

La montaña oriental leonesa recuerda con anhelo el momento que a muchos les marcó la vida. «Una mañana de emoción, alegría y sorpresa» para los vecinos que confiesan haber «vivido en una nube».

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El 6 de enero de 2005, Día de Reyes, vino más cargado ... que nunca. Los regalos en las casas de muchos de los habitantes del municipio llegaron bajo el cántico de un número que repetía una y otra vez el 81.534. Un segundo premio íntegro se repartió en la Administración número 2 de Cistierna, donde la mayoría de sus vecinos se habían hecho con algún que otro décimo.

El restaurante Huelde, de Crémenes; la librería Ana, de Puente Almuhey; o el mesón Pablos, de Cistierna, fueron algunos de los puntos de venta donde se repartió la suerte. El cierre de minas y la despoblación que poco a poco sufrió la zona generó que este premio se recibiera con gran esperanza.

El premio que llevó al cierre

«Le prometí a mi mujer que si nos tocaba algo íbamos a dejar la hostelería», explica Maximino Pablos Rodríguez, dueño del Mesón Pablos que actualmente se encuentra cerrado al público. Maximino recuerda ese día como si fuera ayer. «No estábamos viendo la televisión. Empezaron a llegar rumores de que el premio había tocado en Cistierna y pusimos el teletexto para comprobarlo», explica el hostelero. «Y sí, era nuestro número», añade emocionado el vecino de la localidad, que entregó casi cinco millones de euros en ocho series.

No todos los días la suerte pica a tu puerta, por ello es muy difícil que un recuerdo así abandone las mentes que vivieron un acontecimiento histórico para el lugar. «A la media hora de cantarse el número, los clientes llenaron el bar. Fue un momento de alegría generalizada que no se nos ha borrado nunca», indica el hostelero, que revela otra promesa a su mujer. «Le prometí hacer el Camino de Santiago y dos meses después ya estábamos en ello», asegura. Aunque, para él, la más importante era la otra. «Dije que dejaríamos la hostelería y ahí fue cuando decidimos cerrar», explica porque un negocio así conlleva «muchos sacrificios» y, por ello, decidieron orientar su vida a otras acciones laborales.

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Maximino Pablos lleva muchos años jugando a varios sorteos de Apuestas del Estado: «Siempre he tenido bastante suerte y la gente que lo sabe, cada vez que voy por Cistierna, me pregunta a ver si llevo lotería para vender», asegura el hostelero que actualmente sigue manteniendo su apuesta al número cuatro. «Siempre jugué al cuatro en el mesón y es un número que he mantenido porque me ha dado mucha suerte». Tras repartir ilusión y esperanza hace casi 20 años sigue recordando ese momento con alegría y confianza en que otro hecho así vuelva a sacudir el municipio. «A los cuatro años de repartir el premio, la chica que me tenía alquilado el mesón repartió un quinto premio», concluye el dueño del local.

¿Y si toca?

La frase más repetida en las fechas navideñas es: «¿y si toca?». Una campaña de publicidad de Loterías y Apuestas del Estado que hace que esta frase no desaparezca de nuestras cabezas. Luis Mariano Santos, alcalde de Cistierna, conoce lo que es esta sensación de primera mano. «Claro que recuerdo el segundo premio del Niño porque cayó debajo de mi casa y yo no había comprado ningún décimo», asegura Santos. Según recuerda el alcalde «fueron momentos de alegría contenida».

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Un día en el que el pueblo se unió para sonreír en las puertas de restaurantes, librerías y la propia administración que había vendido décimos. «Estuvo bastante repartido y fue un subidón de alegría para muchos, aunque es verdad que la vida no cambió para el municipio», asegura el vecino de la localidad.

32 millones de euros que, aunque no cambiaron la vida de Cistierna, todavía se recuerda; especialmente los que no se toparon con la fortuna. «A día de hoy, los que más lo recuerdan son los que no compraron ese décimo», bromea Santos que asegura tener un «recuerdo nostálgico de ese día» al conocer «la felicidad» con la que contaban sus vecinos.

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Casi veinte años de historia

Luis Enrique Fernández es el copropietario del Restaurante Huelde. «Fue un invierno con mucha nieve y recuerdo que muchos de los clientes habituales ni siquiera estaban en el pueblo», explica.

El hostelero que repartió 10 series del número premiado -ocho millones de euros- sigue manteniendo su negocio después de casi veinte años. Un negocio familiar y tradicional que, a pesar de haber contado con una ayuda extra, se ha mantenido al otro lado del mostrador.

Fernández recuerda la mañana de ese día, aunque confiesa que ya había dejado de pensar en ella. «Nos enteramos por un cliente que lo estaba escuchando por la radio», asegura el hostelero. Según remarca el habitante de la localidad «la vida no cambió para nadie, fue un pequeño pellizco que ayudó a saldar deudas». Luis Enrique sigue jugando la suerte al cuatro y apostando por un número que ya ha llamado a la puerta en varias ocasiones en esta misma localidad. «La verdad es que no juego a este número por ningún motivo en específico, llevo tiempo jugando», asegura uno de los dueños del establecimiento.

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El punto de suerte en Cistierna

La Administración número 2 de Cistierna, que regentaba en ese momento Mari Socorro Diez, ha pasado en la actualidad a manos de Óscar García, que recuerda ese momento. «Varios de mis familiares tenían décimos de ese número y recuerdo sus caras de máxima felicidad en ese momento», asegura el lotero.

La suerte no solo llamó a la puerta de los establecimientos, sino en general a todos los vecinos de la localidad ya que se trataba de un hecho «inusual». «Lo normal es que el número se lleve a un único punto de venta, pero de aquella se repartió en varios establecimientos y generó que fueran varios los vecinos a los que les tocó el premio», indica García.

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Una terminación en cuatro que muchos de los visitantes de la localidad siguen solicitando en ventanilla cuando viajan por la zona.

El recuerdo de los vecinos

Los bares y restaurantes siempre son un punto de encuentro entre los habitantes de las localidades. Un lugar donde hablar de los acontecimientos y donde recordar los hechos que han marcado la historia para los vecinos. En ese caso, Paco Fernández, gerente de Casa Paco escucha comentarios diarios sobre un tema que no deja de sonar en sus calles. «Cistierna ganó mucho prestigio en cuanto a suerte se refiere y al final hay gente que viene por jugar la lotería aquí», explica Fernández.

Un momento que recuerda «vino muy bien a mucha gente porque eran tiempos difíciles». El premio consiguió devolver la ilusión a una España vaciada que, a pesar del momento de euforia, casi veinte años después lucha contra la despoblación y el cierre de negocios en la zona.

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«Ojalá la suerte se acuerde de nosotros y pudiéramos recobrar la vida que tenía Cistierna», indica el hostelero.

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