Nieve de primavera en Picos de Europa

En Tielves (Asturias), la quesera Chelo Bada confiaba en que la nevada no sea muy copiosa, pues entonces «habrá que comprar comida para la reciella, ya que no tendrán pasto».

Un contratiempo que podría empeorar aún más la difícil situación que atraviesa el sector con la caída de ventas originada por la crisis del coronavirus.

Además, si el manto blanco llega a cubrir demasiado, agrega, «muchos coches no pueden llegar hasta el pueblo y toca dejarlos abajo y hacer los últimos doscientos metros a pie, con las compras y todo lo que lleves». Si bien la situación no es, ni mucho menos, nueva para los vecinos de las zonas altas de Cabrales.

En Asiegu, Raquel Viejo se afanaba en resguardar a sus ovejas de la incesante nevada. «Muchos vecinos ya habíamos empezado a subir al ganado a los puertos y a majadas como la de Tebrandi y hoy tocó subir a abrir las portiellas para que puedan bajar a guardarse», explicó.

También en otras localidades de Picos de Europa se dejó notar el cambio en el tiempo. «Nevó en casi todos los pueblos y en los más bajos, como Mier y Trescares, cayó una buena granizada», relataba el alcalde, José Antonio Roque (Foro). E indicaba que «en la carretera no llegó a cuajar, así que por el momento no estamos teniendo problemas».

En el caso del concejo cangués, desde primera hora de la mañana personal municipal se encargó de vigilar las carreteras que conducen a sus núcleos más elevados, como Gamonéu y Següencu. «Estan perfectamente limpias», indicó el regidor, José Manuel González Castro (PP). Y en la vecina Onís fueron las localidades de Bobia y La Robellada las más afectadas, aunque según apuntó el alcalde, José Manuel Abeledo (PSOE), los accesos están libres de nieve.