La nieve y el fuerte viento complican la búsqueda del deportista desaparecido en Picos

Se descartan así las zonas de alta montaña, donde la acumulación de nieve es mayor y es «casi nula» la posibilidad de que se encuentre en esa área. Desde la Guardia Civil indicaron que el personal se dividirá en cuatro equipos de trabajo, repartidos entre la mañana y la tarde.

Si el tiempo lo permite, se sumarán a las tareas las aeronaves de la Unidad de Helicópteros (UHEL) de la Guardia Civil de Asturias y del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), así como guías caninos de ambos cuerpos.

El rastreo, de siete de la mañana a siete de la tarde, contó este lunes con un dispositivo reforzado en cuanto a número de agentes. Sobre terreno estuvieron 22 efectivos de los Greim de Cangas de Onís y Potes, a los que se unieron los de Sabero y Trives. El rastreo desde el aire tuvo que ser suspendido por los vientos de oeste, de más de 30 nudos.

Por su parte, el área de búsqueda se intensificó en la pasada jornada por la zona del Casetón de Andara y del pico Mancondiú, a una altitud superior a los dos mil metros. Desde el Casetón, la guardería de ese refugio de montaña indicó que Ugidos fue visto en torno a las 9.30 horas del sábado cerca del aparcamiento del Jitu Escarandi, donde fue localizado su coche. Testimonios de montañeros le sitúan más adelante en las inmediaciones del Casetón.

La propia guardería colaboró ayer en la búsqueda, así como personal del Parque Nacional y un grupo de amigos de Ugidos con amplia experiencia en la montaña. Todos ellos coincidieron en que las condiciones fueron «muy malas», ya que «nevaba mucho» y la nieve queda «dura» en superficie, lo que dificulta aún más los movimientos. Compleja es también la localización vía móvil, que llegó a dar señal el sábado, pero ya no desde entonces.

A Carlos Ugidos, experimentado corredor de montaña en buena forma física, se le perdió la pista el sábado, cuando acudió solo a entrenar a los Picos. Sus allegados dieron la voz de alarma ese mismo día a las 20 horas, al constatar que no había regresado a Llanes, donde reside. De inmediato se puso en marcha una búsqueda, primero por los aparcamientos y ya con la luz del día del domingo en la propia montaña.

El llanisco es un apasionado del deporte y un habitual de carreras de montaña. Recientemente se había unido a Los Engarmaos, de Llanes, pero antes formó parte del Picu Pienzu de Arriondas, del que sigue siendo socio. Desde su entorno le definen como un montañero «cauteloso» que nunca sale sin el material necesario. El sábado portaba la ropa y equipo adecuados y tiene además nociones de primeros auxilios. Albañil de profesión, tanto en la localidad de Cue, de la que es natural, como en el resto del concejo le definen sin excepción como una persona «buena» y «muy apreciada». De ahí que en estos últimos días Llanes siga muy de cerca y con preocupación una búsqueda contra reloj que hoy encara su tercera jornada.