La navidad que se teje durante todo el año

Con las tareas bien repartidas toca ponerse manos a la obra. El trabajo es mayúsculo, todo tiene que estar perfectamente preparado para que el próximo 6 de diciembre salga perfecta la inauguración. Experiencia no les falta pero los nervios siempre afloran en los días próximos al estreno.

El ya tradicional árbol navideño de ganchillo, este año gracias al 'abono y riego' de los vecinos ha crecido más de tres metros, lo que hace que cuando esté montado en su totalidad alcance una altura de casi 15 metros. «Yo creo que más alto ya no se puede poner, el viento lo podría tirar», expresa una artífice de tejer este árbol.

Pero con árbol «digno del récord Guinness» no termina la cosa, un Belén que también ha sido tejido íntegramente volverá a dar color a la plaza del pueblo. No es un nacimiento cualquiera, este ha sido adaptado al pueblo. «Esta representación está hecha para Villoria, en él se puede ver los edificios emblemáticos del pueblo, con su casa Casa Cultura, las escuelas, el Real Monasterio de Santa María de la Asunción, etc, además de la propia gente del pueblo jugando a las cartas, a los nuevos monjes que se dan cobijo en el monasterio», afirma a este medio Mariví González, presidenta de la asociación artífice de la obra.

Las integrantes de la Asociación de Mujeres 'Villa Áurea', Junta vecinal de Villoria y Ayuntamiento de Villarejo, son las instituciones encargadas de este evento. Pero las verdaderas estrellas son los vecinos de esta villa ribereña donde cada uno desempeña una tarea para que esto sea una realidad y cada año se supere a sí mismo. «Cada uno tiene una labor asignada, desde tejer hasta colocar toda la estructura o colocar la instalación eléctrica», afirma Mariví González.

Este año como novedad harán la inauguración bajo el manto de las banderas oficiales que como no podía ser de otra manera han sido tejidas a mano. Un año más toda la plaza del pueblo estará decorada con motivos realizados con croché.

Además del árbol y el Belén, habrá cuadros en los balcones, otros dos árboles más pequeños presidiendo la Casa de Cultura de la localidad y hasta muñecos de nieve, un trineo con Papá Noel o un buzón donde depositar la carta a los Reyes Magos, entre otros, todo ello realizado de manera artesanal con agujas e hilo de tejer.

Pasear en esta fechas por la calles de Villoría es un bonito homenaje a la calidad de vida de los pueblos. Vecinos unidos e ilusionados por hacer crecer y dar más visibilidad al pueblo que les da cobijo durante el año.