«La muerte de mi padre ha servido al menos para algo»

Pendiente siempre de las novedades que se presentan en este sentido está Virgilio García, hijo de uno de los trabajadores -con el mismo nombre- quien permaneció sepultado durante un mes bajo la nieve hasta que su cuerpo puedo ser recuperado tras un arduo esfuerzo de los Bomberos del 112 Asturias y de agentes de la Guarda Civil.

«Uno se entera de cosas después. Supe que mi padre era uno de esos que siempre peleaba por mejorar las condiciones labores suyas y de sus compañeros. Por eso, creo que es un orgullo ver que se han logrado avances, que la muerte de mi padre ha servido para algo, para mejorar en algo las condiciones de estos profesionales», afirmaba.

Virgilio García perdía la vida junto con su compañero, César Fernández, mientras despejaban la calzada del puerto el 1 de enero. La carretera estaba cortada al tráfico pero fueron a liberar a varios vehículos que quedaron atrapados por la nieve. El cuerpo del segundo fue encontrado por la noche de esa misma jornada por los miembros del operativo de búsqueda.

«Vemos que lo ocurrido sirve para algo», añadía el hijo de Virgilio. Por lo pronto, el Principado ha adquirido 80 sistemas de localización personal en caso de quedar sepultados por aludes, los denominados Arvas. «Pero creo que es fundamental que los trabajadores reciban formación para su uso», añadía.

El problema, explicaba también el representante del sindicato CSI en el servicio regional de Carreteras, Marco García, es que no solo no se ha dado ese aprendizaje para su utilización, «es que todavía, a día de hoy, no se han repartido entre los operarios».