«Lo pasamos muy mal. Sobre todo por la noche, que hacía mucho frío». Ramón González Gutiérrez y José Antonio García Pérez han relatado su singular peripecia tras perderse en la ruta prevista en Picos de Europa.
Publicidad
Aún no se explican cómo pudieron perderse ... aunque creen que fue la niebla la que les despistó a la hora de encauzar uno de los tramos. «No sabemos cómo nos pudo suceder, pero nos perdimos», han asegurado a sus familiares tras un emotivo encuentro.
Eso sí, han advertido que si hubieran tenido que pasar una noche más al raso «no sabemos lo que hubiera sucedido. Era un sufrimiento bestial, nos mirábamos y no nos hablábamos. Ya con la mirada nos decíamos todo, lo veíamos muy crudo».
Han recordado además que «el helicóptero pasaba y no se arrimaba a donde estábamos. Ya entonces se lo dije a José y me lo reconoció: Igual de la noche no pasábamos porque podíamos morir de hipotermia».
Ahora, con la serenidad de estar con sus familias y con cierta distancia, han reconocido que «las noches fueron lo peor. No podíamos dormir porque podíamos deslizarnos y el frío de las era insoportable en algunos momentos«.
Publicidad
Es viejo conocido de la Sociedad Deportiva Buelna. Vecino de Los Corrales de Buelna, de 48 años, es campeón de la edición 2019 del Ultra trail y del ultramaratón de El Soplao de 2013. Ha trabajado toda la vida en la construcción y quienes lo conocen bien saben que tiene unas condiciones físicas prodigiosas para la montaña.
Es también miembro de la Sociedad Deportiva Buelna, y buen conocedor de Picos de Europa. Vecino de Los Corrales, ha trabajado toda la vida en la fábrica de Nissan. Tiene 55 años y dos hijos y en su tiempo libre también canta en la Coral de Los Corrales. Ha hecho deporte siempre, sobre todo montañismo y cross. Se confiesa enamorado de la montaña.
Ambos permanecieron enriscados a 1.600 metros durante 48 horas, cerca de la Canal de Ría. «Tiramos hasta que quedamos enriscados en un sitio donde había como una cascada. Eso era el domingo sobre las dos y media de la tarde. Podíamos haber decidido tirar para abajo, pero decidimos no movernos y es lo que nos ha salvado», explicaron.
Otra de las estrategias fundamentales que adoptaron fue la de generar ruido desde las siete de la mañana, según informa El Comercio. Uno de ellos a gritos y otro con un silbato, persistían con la esperanza de ser oídos.
Publicidad
Y en ese detalle está buena parte de la fortuna de hallarse sanos y salvos, pues este lunes por la mañana montañeros que se encontraban en la zona de Ario percibieron sus señales y dieron aviso a los efectivos de rescate.
«No sabemos quién nos escuchó para dar el aviso de nuestra posición, pero desde luego sí que nos gustaría encontrarnos y conocerlos para darles las gracias«, también han señalado.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.