La Cabrera hace piña ante la barbarie y la desolación tras el incendio y pide más medios y un futuro para la comarca

Más de un millar de vecinos han protagonizado una concentración en la localidad de Encinedo donde han advertido que no necesitan héroes ni hidroaviones ni autobombas ni lágrimas al ver arder el monte que les da la vida porque La Cabrera no quiere fuegos.

La Cabrera quiere un plan de contraincendios y la implicación de las administraciones para evitar que se sucedan sucesos como el que la pasada semana asoló parte de la comarca y se ponga en valor su basta riqueza natural, etnográfica y patrimonial. Por ello han exigido a la Junta mirar más a La Cabrera porque tiene mucho aportar tanto al conjunto de la provincia como al de la Comunidad.

Porque, según han advertido, los recursos de ayuntamientos y juntas vecinales son escasos y requieren de una apuesta firme de Diputación y Junta de Castilla y León dado que el riesgo de un incendio como el que asoló unas 10.000 hectáreas era un fantasma que ya recorría La Cabrera.

Concretamente, los presentes reclamaron un plan de prevención de incendios, la implicación de las administraciones y el desarrollo de proyectos que den utilidad a la biomasa que genera la zona.

También solicitaron más medios para que las juntas vecinales limpien sus montes y la puesta en valor de su patrimonio natural y cultural «para no ser la gran olvidada de la Comunidad», vertebrar la comarca mediante los canales romanos y sus minas de oro y potenciar su lengua y su arquitectura, «a punto ambas de perderse».

La presidenta de la asociación 'Por el desarrollo rural de Cabrera y Bierzo', Nancy Prada, avanzó que el próximo día 16 se reunirá por primera vez en La Baña la Mesa de Juntas Vecinales impulsada a partir del incendio para abordar asuntos de interés común y, en concreto, para planificar la reforestación que los pueblos afectados quieren que se lleve a cabo en la zona, para la que se reclama la declaración de zona catastrófica.

La lectura del manifiesto dio paso a la interpretación de la canción, considerada casi un himno en distintas zonas de la provincia, ‘Viva la Montaña’ y posteriormente varias personas se desplazaron a la localidad de Losadilla, donde se originó el incendio, para esparcir semillas de centeno, con la intención de que contribuyan a fijar el terreno devastado por las llamas.