Miédolas: las otras Médulas leonesas

Cuando se piensa en explotaciones auríferas de época romana en la provincia de León lo primero que viene a la cabeza son las conocidas Médulas ubicadas en Carucedo. Pero lo cierto es que los romanos no se conformaron solo con el oro berciano sino que extendieron la explotación por Maragatería y las tierras de Omaña.

Precisamente en el municipio de Las Omañas se ubican las Médulas o Las Miédulas, que se pueden conocer a través de una sencilla ruta de senderismo apta para cualquier persona. Aunque su extensión es menor a las bercianas, presentan dos formas diferentes de extracción, el conocido como peines o arado o surcos, con el que los romanos arrastraban con el agua sedimentos de oro hasta que se concentraban en una zona de la que se extraían por bateo. Una técnica utilizada en las minas donde el oro se ubicaba en capas superficiales. La otra técnica es la explotación en zanja-canal en el que los surcos se excavaban con mayor pendiente para arrastrar el mineral presente a mayores profundidades.

Para visitar este yacimiento basta con acudir a la localidad de Las Omañas y aparcar en la zona del Ayuntamiento. Desde allí se cruzará el río Omaña para girar a la derecha y adentrarse ya en el camino que está perfectamente indicado en su comienzo. En esa zona se ubican los carteles de Cuatro Valles que informan sobre la misma.

El comienzo de la ruta, de carácter circular, discurre cercano a una mina de áridos por lo que se camina sobre los mismos. Esta planta de extracción de áridos aprovecha los conos de sedimentos de la explotación romana para la obtención de arena y grava de diferentes calibres.

Comienza el camino con un pequeño ascenso, hasta la parte más alta de la explotación, donde llegaban los canales de agua y se situaron los embalses. En esta zona se puede ya observar un paisaje creado por la mano del hombre romano, fruto de la extracción minera. Aquí, se camina sobre los estériles de la mina

En este punto, después de unos 500 metros, hay posibilidad de continuar camino abajo o enlazar con otra ruta. Si se continúa en dirección a Las Omañas, se circula por el interior de una barranca producto de los derrumbes producidos en los momentos de la explotación aurífera.

Durante el camino también es importante disfrutar de la vegetación de la zona, destacando los castaños, chopos, encinas y robles.

La vegetación también muestra estos cambios con encinas y robles acompañados por aromáticas plantas típicamente mediterráneas como tomillos, jaras y lavandas. El recorrido termina al pie del truchero río Omaña.

El desnivel de la ruta no es fuerte, sin embargo permite apreciar, desde un lugar elevado, el peculiar paisaje generado por la actividad minera que se desarrolló aquí hace casi 2.000 años.

Para esta explotación del oro se requería un gran número de personas, quizá hasta 200 o más. Según los historiadores los trabajadores eran los astures, habitantes originales del lugar a quienes los romanos obligaban a dar varias jornadas para esta tarea y también esclavos, traídos por los romanos de entre los vencidos en sus batallas en distintos lugares. Naturalmente también era necesario un gran número de soldados que tenían su cuartel en Villaviciosa.

No se tiene información concreta de cuanto oro se extrajo de esta explotación, pero en los aproximadamente 200 años que estuvieron, posiblemente más de 50.000 kilos.

La rentabilidad de estas explotaciones de oro impulsó la creación de una extensa red viaria por la que evacuar los recursos mineros, facilitando la rápida intervención militar, en caso de surgir conflictos. Una calzada romana discurría paralela al río Órbigo cruzando el actual término de Llamas de sur a norte. Se unía esta calzada en Hospital de Órbigo a la que discurría entre Astorga y León, donde se asentaba el campamento Legio VII Gemina.

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