La memoria de Camposolillo, uno de los pueblos que quedó vacío tras la construcción del pantano del Porma en 1968, revivió este fin de semana. Más de medio centenar de vecinos se reunieron en la decimoctava fiesta-encuentro que anualmente desde 2004 organiza la Asociación ... Oriundos de Camposolillo.
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55 amigos y vecinos, entre los que se encontraban muchos jóvenes, se reunían en torno al recuerdo de un pueblo que dos días antes ya celebró una hacendera para acondicionar el terreno por donde descurrió la procesión y la visita al cementerio.
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Ana G. Barriada
La jornada del sábado comenzó con una eucaristía a las 12.15 horas oficiada por Don Patricio, párroco de Lillo, para continuar con una visita al cementerio de la localidad que se ubica en el Camino de la Canal. También participó en este acto Isidoro de la Fuente como representante del pueblo de Vegamián, que quedó anegado por las aguas del pantano.
Una vez de regreso, los vecinos realizaron una foto de familia que añadir al álbum de la asociación. El presidente de Oriundos, Jenaro García, y Norka Martín, entregaron en nombre de los vecinos una placa al vicepresidente de la asociación, Ángel Espín, por su «dedicación a la promoción y visibilidad de Camposolillo».
Una jornada de recuerdo, memoria y futuro representado en los jóvenes del pueblo que concluyó con el reparto de bollo y mistela y una comida de fraternidad que mantiene unido al vaciado Camposolillo.
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