El matadero de Pola de Gordón: de cerrar por vertidos a 'morir' por deudas y robos

El matadero de la Pola de Gordón, ubicado junto al Polígono Industrial, luce una imagen totalmente diferente a su cierre en el 2016. Hace cinco años, el recinto, explotado por Obligar Ganados, cesó su actividad debido a varias denuncias por verter residuos - tripas, sangre y otros deshechos animales - sobre el Río Bernesga.

Una vez cesada la actividad, el edificio ha sufrido de forma continuada una serie de robatorios que dejan al inmueble en un valor radicalmente inferior a los 1.706.170 euros que el Consistorio reclamó por su licitación en el 2010.

Unas cantidades que, en la actualidad, son inviables dado el estado de las unas instalaciones que cuentan con más de más de 1.500 metros cuadrados.

Desde maquinaria útil hasta objetos más comunes como ventanas o cableado. La Guardia Civil ha notificado varios intentos de hurtar en un recinto sin apenas medidas de seguridad que lo protegan ante las acometidas de los cacos.

La alternativa del Ayuntamiento pasa por resignarse hasta que la deuda sea por fin saldada. Una vez eliminado este impedimento, el Consistorio gordonés plantea reconvertir la instalación, una de las pocas que se mantiene con titularidad municipal dentro del Polígono, en un vívero de empresas que permita reactivar la zona económicamente.

Mientras tanto, la Pola de Gordón 'paga' por unos vertidos que, con la salida de la empresa que explotaba el inmueble, convierte al matadero en un incordio.