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León
Viernes, 16 de noviembre 2018, 14:06
Lo extraordinario del pleno de la mañana del viernes en la Diputación de León viene de la mano de la convocatoria. El tema, por lo manido, empieza a ser de todo menos novedad. Aún así se cumplió la hora de reloj en un debate ... no tan edificante como cabría de esperar, pero sí clarificante para saber que Gersul, la mancomunidad que se encargada de la recogida de los residuos, sigue siendo un 'marrón' (nunca mejor dicho) que la corporación provincial desearía dinamitar aunque no le quede más remedio que asumir y tratar de gestionar de la mejor forma posible.
La hora de pleno fue un debate de preguntas sin respuesta, críticas al aire e impotencia en muchos casos sobre la próxima asunción de la recaudación de Gersul por parte de la Diputación
Tras las palabras de la secretaria introduciendo el segundo punto tomaba la palabra el leonesista Matías Llorente. «No sabemos cuándo se va a empezar a ejercer ni si se va a hacer con un padrón determinado», afirmaba, al tiempo que apuntaba a que «la deuda de Gersul seguramente sea de los grandes, ¿vamos a ser los pequeños los que paguemos lo de los demás?».
Juan Carlos Fernández señaló por su parte que Gersul «ha entrado en esta institución hasta el corazón», para pasar a lanzar varias preguntas sobre cómo y dónde se realizará la recaudación. Miguel Flecha, desde En Común, se felicitó por «la vuelta a casa de la mancomunidad» si bien también preguntó por dónde y cómo se llevará a cabo la recaudación.
Especialmente duro fue Pedro Muñoz (Coalición por el Bierzo), que apuntó a que «Gersul requiere un pleno monográfico o tres o cuatro porque estamos faltos de información, estamos dando bandazos».
La demanda de información fue general, contestando el portavoz popular Francisco Castañón que se crearán ocho plazas nuevas para la institución provincial «y hoy solo se aprueba habilitar la partida» en una mancomunidad que calificó como «uno de los mayores marrones que se pueden llevar». En esta línea, defendió que fue el Consultivo «quien obligó a no contar con los trabajadores contratados por Gersul», anunciando que la recaudación se hará durante la próxima primavera.
Los ocho puestos, repartidos entre cinco de recaudación y tres de atención directa, siguieron siendo objeto de polémica. Tal es así, que el presidente de la Diputación, visiblemente molesto, tomó la palabra.
Juan Martínez Majo quiso defender que «Gersul no es un problema político», sobre el que «nos enteramos de muchas cosas por la prensa porque los técnicos y juristas hacen lo que les sale de las narices».
Finalmente, la propuesta fue aprobada por todos los grupos a excepción de En Común y Juan Carlos Fernández, que se abstuvieron.
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