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Con el paso de los años, las penalidades del frío invierno en la Montaña y las escasas mejoras llevadas a cabo en el edificio, la Cátedra de Latín de Lois poco se parecía de últimas a aquella que alumbró Don Jerónimo Rodríguez Castañón.
El país tampoco es el del siglo XVIII. El ascenso social entonces era más que imposible sin una correcta instrucción y el benefactor, que llegó a ser capellán de Reyes Nuevos de Toledo, sabía que el horizonte para los chavales del pueblo y de Maraña pasaba por hincar codos.
Muchos años después y ante el lamentable estado en el que se encontraba, la Consejería de Cultura y Turismo inició en enero del presente curso la restauración del histórico edificio de la Cátedra de Latín de Lois, con el objetivo de lograr la consolidación de la estructura del edificio del siglo XVIII.
En total, la inversión aportada desde el Gobierno autonómico asciende a 238.347 euros y cuenta con cofinanciación de los fondos Feder.
«El trabajo está siendo acorde a la entidad del edificio», señaló a leonoticias Francisco Gutiérrez González, arquitecto de la obra, que estima que para el 15 de octubre la obra pueda darse por finalizada.
La finalidad del proyecto es la sustitución completa de la cubierta actual por una nueva, manteniendo su volumetría y alturas originales y restaurando su estructura, respetando la estética y el sistema constructivo de la edificación prexistente.
«Es un primer paso, pero queda por delante mucho por hacer en la Cátedra», recuerda el alcalde de Crémenes, Ángel Alonso.
Dotar a este rincón de actividad parece antojarse un sueño lejano... De momento. Tocará esperar para llenar de vida el sueño Don Jerónimo Rodríguez Castañón.
La infraestructura presenta una tipología propia de la arquitectura montañesa que tomó forma en 1744, con potentes muros en los hastiales que van generando una solana orientada a mediodía, el edificio está formado por dos cuerpos diferenciados, ambos de dos plantas.
En el lado oriental se sitúa la zona doméstica y de enseñanza propiamente dicha, y la occidental alberga la cocina dependencias de servicios. Tanto la armadura de cubierta como la que sustenta su alfarjía intermedia es de roble.
Desde 2017 es de titularidad de la junta vecinal, y el Ayuntamiento hace una utilización parcial de su superficie para conferencias y exposiciones.
A pesar de ello, el edificio ya sufría un abandono que hacía peligrar partes de la construcción y que impedían su uso, debido a la ruina parcial de sus alfarjías y cubiertas.
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Rocío Mendoza | Madrid y Lidia Carvajal
Álvaro Soto | Madrid y Lidia Carvajal
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