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Al hilo de los planes piloto contra la despoblación que planea el Ejecutivo, Matías Llorente, vicepresidente de la Diputación de León reconoce que «habrá que hacer algo», pero remarca que «en aquellos lugares donde la gente que reside en el pueblo trabaja ... para seguir allí ha funcionado».
Una situación que se consigue con compromiso de los habitantes de las pequeñas poblaciones, pero también con ciertas ayudas.
Porque tal como ha remarcado Llorente «no puedes estar en un pueblo y que sea más caro que la ciudad». Por ello, insta a hablar de «fiscalidad e infraestructuras». El vicepresidente de la institución provincial ha recordado que recibos como el agua o el impuesto de circulación no pueden ser más caros en una pequeña localidad de la provincia que en la capital, «porque entonces donde se va la gente».
«Si no tenemos vivienda, no aseguramos trabajo no vamos a conseguir fijar población», lamenta el vicepresidente de la institución provincial que pone como ejemplo su localidad, Cabreros del Río donde en la actualidad «hay 28 niños en la escuela». Pero todo ello, «no es una labor de ayer es una labor de cuando sacamos los tractores en 1977».
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