Imagen de Garaño. R.S

La llegada del 4G al pueblo donde no funcionaba ni el móvil

Los vecinos de Garaño llevan toda su vida buscando puntos altos del pueblo para realizar cualquier tipo de llamada

Viernes, 8 de noviembre 2024, 08:14

Son pocas las localidades en las que actualmente es imposible realizar una llamada telefónica. El avance de las tecnologías, las nuevas instalaciones y los progresos en la red han generado que hasta los pueblos más escondidos en la montaña sean un lugar de conexión.

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Garaño, localidad perteneciente al municipio de Soto y Amio, lleva toda la vida sin cobertura. Sus vecinos, acostumbrados al silencio de su móvil y a no tener rayas en la parte superior de la pantalla, recibieron en el mes de junio por primera vez la noticia de la instalación de un repetidor en la zona que daría tono a las llamadas desde cualquier punto del pueblo sin necesidad de un punto alto para «probar».

Roberto Suárez, presidente de la Junta Vecinal de Garaño, realizó un estudio de la cobertura de la localidad para analizar un presupuesto con diferentes compañías. Una acción que él mismo define como «necesaria» para evitar que los habitantes que disfrutan en el pueblo de sus vacaciones puedan alargarlas sin la problemática de no recibir llamadas.

Un estudio de cobertura

Tras su estudio y la facilitación de las compañías de diferentes presupuestos se llevó a pleno y se aprobó con el apoyo de ambos partidos PP, con un voto, Izquierda Unida con otro y PSOE con cinco. El Ayuntamiento de Soto y Amío financió la instalación que se llevará a cabo este mes de noviembre para facilitar la comunicación de sus 40 vecinos censados, y los que posteriormente vengan a disfrutar del pueblo.

«Beneficia mucho a la gente que quiere teletrabajar»

Según el presidente de la junta vecinal, se trata de una medida en la que todos se beneficiarán por la «vida» que le puede dar al pueblo. Hasta ahora, muchos de sus vecinos buscaban lugares con altura o estudiados con anterioridad para realizar llamadas urgentes. De hecho, Suárez recuerda el Mesón Amador, cerrado hace unos años, como el lugar donde la gente dejaba su móvil en la ventana mientras comía por si recibía algún tipo de llamada urgente.

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Anécdotas y recuerdos que en las próximas semanas pasarán a formar parte de la historia y que, con el paso del tiempo, se convertirán en una realidad lejana para todos sus vecinos.

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