La 'lux' llega a Sahagún

La 'lux' llega a Sahagún. Este martes, 29 de junio, se inaugura la XXIV edición de Las Edades del Hombre que se desarrolla en tres puntos distintos: Sahagún, Carrión de los Condes y Burgos.

La elección de Sahagún como sede se debe a la celebración del Año Santo Jacobeo. El otro gran acontecimiento que marca esta edición es el VIII Centenario de la fundación de la Catedral burgalesa.

Sahagún como uno de los ejes principales por los que discurre el Camino de Santiago y en el cual el peregrino se encuentra una gran muestra del arte mudéjar, románico y gótico, por ello, tiene mucho que decir en este evento. «Sahagún es parada obligatoria del Camino de Santiago, un lugar en el que hay múltiples ermitas dedicadas a la virgen María que en esta edición le da sentido a la exposición», explica Gonzalo Jimémez Sánchez, secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre.

Buen ejemplo de ello es el Santuario de la Peregrina y la iglesia de San Tirso, las dos sedes leonesas que dan sentido a la figura protagonista de esta edición.

A ella le han sido dedicadas numerosas obras de las que 49 estarán en Sahagún divididas en dos capítulos que llevarán por nombres 'Mater Misericordiae' y 'Salve, Regina'. «Esta muestra se ha centrado en el último capítulo del Concilio Vaticano II, donde se trataron tres temas fundamentales del papel de la Virgen María en la redención: su papel como madre de cristo, de la iglesia y de cada uno de los hombres a cuales acompaña y exige una respuesta», apunta Máximo Gómez Rascón, delegado de patrimonio de la diócesis de León.

Esta exposición es un canto mariano con obras muy sintéticas en la que no se repiten los temas. Cada pieza tiene un argumento que es lo que explica todo lo demás. «Son piezas muy singulares y significativas que lo aportan todo. Hay una representación de todos los estilos en algunos casos importados y en otros propios de nuestra tierra», afirma Máximo Gómez.

Del medio centenar de piezas que se pueden ver en este enclave cinco proceden de León, el resto en su mayor parte son de lugares situados en la Comunidad aunque también hay obras de otros puntos de España para dar sentido a esta muestra que sigue el orden cronológico de los acontecimientos tal y como sucedieron en el evangelio. «Hay piezas de todos los géneros; escultura, orfebrería, pintura, etc, de grandes maestros como Pedro de Mena o Alonso Cano e incluso obras más modernas de artistas de nuestra tierra como Savater, Prieto, ect.», destaca el delegado de patrimonio de la diócesis de León quien también pone en valor muchas de las pinturas que se muestran marcando «la riqueza más importante que tenemos en Castilla y León como son las obras del siglo XV y XVI».

Esta semana se abre esta exposición que como mínimo estará hasta diciembre en la que Sahagún espera a miles de turistas para mostrarles los tesoros del arte, la devoción y el carácter de estas tierras, en definitiva la identidad de un pueblo.

Este miércoles, 30 de junio, los turistas ya pueden visitar esta exposición de martes a viernes en horario de 10.30 horas a 14.30 horas y por la tarde 16.15 a 20.15 horas. Sábado, domingo y festivos tendrá horario continuo de 10.30 horas a 20.30 horas.

El precio individual de la visita será de cinco euros, si bien existe la posibilidad de coger acceso a las tres sedes por 12 euros o hacerlo junto con la visita a Carrión de los Condes por 8 euros.

La 25º edición de Las Edades del Hombre cuenta, bajo el título de LUX, con dos subtítulos uno para la catedral de Burgos y otro para las sedes de Sahagún y Carrión de los Condes.

'Ecce Mater Tua' es el subtítulo que llevará Sahagún, enclave en el que finaliza esta exposción que acoge sus dos último capítulos 'Mater Misericordiae' en el Santuario de La Peregrina y 'Salve Regina' en la iglesia de San Tirso.

La maternidad de María, después de la infancia de Jesús, ha sido silencio y presencia. Ella se situó en la distancia justa en la que el Hijo se sintió acompañado y, a la vez, totalmente libre para ejercer su misión.

Ella se colocó de pie junto a la cruz para implicarse con su com-pasión en la misión redentora de Cristo, y para acoger a los nuevos hijos que su Hijo le entregó en la persona del discípulo amado. Es el camino de la fe de María, la discípula modélica, cuya libertad está totalmente disponible a la de Dios, y que entiende que la excelencia de su maternidad está en escuchar la Palabra y ponerla en práctica.

Este itinerario, ya iniciado en Nazaret, pero renovado en Caná y culminado en el Calvario, es el que centra el desarrollo de este capítulo.

Con el recuerdo de la antífona mariana Salve Regina finaliza el recorrido de la muestra. En este capítulo conclusivo se contempla la glorificación de Cristo, el acontecimiento de Pentecostés con la presencia orante de María, su tránsito o dormición, y su gloriosa asunción y exaltación como reina.

También tienen cabida las representaciones de algunos santos vinculados a la Virgen de modo particular, y de algunas advocaciones marianas singulares

Las obras finales son una manifestación del amor y de la devoción a quien invocamos como Virgen y Madre, por haber sido concebida sin mancha de pecado, haber concebido, gestado y alumbrado al salvador del mundo, y haber participado de la victoria pascual de Cristo.

Un afecto filial y esperanzado, pues ella también intercederá una vez más ante su hijo, soberano y juez por nuestra salvación eterna.