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El humor como dosis complementaria para recuperar en la naturaleza toda la energía que una terrible enfermedad arrebata a sus pacientes. Todo ello se ha unido al proyecto Aventura Trashumante que alcanza su segunda edición en la provincia.
Leo Harlem ha apadrinado la iniciativa que conjuga el arte del pastoreo y su ancestral actividad con jóvenes que han padecido cáncer.
Esta 'aventura' llevará este año a una treintena de personas hasta La Cueta, lugar en el que iniciarán la continuación de su complicada travesía tras recibir un diagnóstico oncológico.
El patio del Palacio de los Guzmanes ha acogido la entrega de los premios que Aventura Trashumante entrega a aquellas personas que dedican su vida al pastoreo y a perros como el mastín leonés, además de a otras especies autóctonas que ayudan a mantener la biodiversidad y el ecosistema.
El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, ha ensalzado a investigadores, artistas o ganaderos que trabajan por esta técnica -la trashumancia- desde Babia, donde ha marcado el carácter de sus gentes y el paisaje. «La trashumancia combina con medio ambiente y mantenimiento de vías pecuarias que otorgan un patrimonio único». Siempre de la mano de unos «viajeros singulares», los pastores, que siguen a sus rebaños y marcan un estilo de vida.
La asociación Maratondog y la compañía Dingonatura han apostado por esta iniciativa que llevará a 30 jóvenes pacientes oncológicos hasta La Cueta. Allí esquilarán ovejas, llevarán a cabo todo el proceso de la lana y obtendrán gorros que donarán a otros pacientes inmersos en este proceso.
Los seis premios entregados han sido para personas y entidades comprometidas con el proyecto, el bienestar animal y el medio ambiente.
Entre ellos se encontraba Leo Harlem, que será el padrino de esta segunda edición, y recibía el título de 'Personaje del año', además de la vara de pastoreo que le acreditaba con la máxima distinción. Por ello, el humorista leonés agradecía a todo el mundo, especialmente a los niños, su labor en La Cueta y en Babia. Incapaz de dejar a un lado su humor, reconoció y confirmó que en León «me iban a dar la vara» y pidió que el próximo año este acto se haga a cubierto para evitar el frío. «Es un gusto ver este proyecto. A mí, ya me tenéis ganado».
Los otros galardones han ido a parar a Susana Cámara, en el ámbito cultural; a Elena Velado, en la investigación; a María del Camino Línea, en lo profesional; a la Asociación para la Recuperación de la Vaca Mantequera Leonesa; y el premio popular para Cristóbal y Marina, dos personas que colaboran con el proyecto y que han superado un cáncer en el último año. Todos ellos han reivindicado ayuda institucional a la trashumancia y menos «cepos» en las normativas para apoyar de forma clara a la ganadería autóctona, en general, y a la oveja merina, en particular.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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