León perfila un verano «de récord» de peregrinos con albergues en su «mejor momento»

El Camino de Santiago está de moda. Basta pasear una mañana por León capital para ver, desde primerísima hora, a peregrinos mochila al hombro listos para aprovechar las horas de luz, conocer la ciudad y proseguir su camino hasta la capital gallega. Oleadas de extranjeros ocupan también los caminos que discurren paralelos a las carreteras que con deportivas, chubasquero y, cómo no, vieira como enseña ponen rumbo al oeste.

Este 2024 se espera que sea un año «de récord» en número de peregrinos. Así lo cree Anselmo Reguera, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago Pulchra Leonina, que confía en que este verano se rompan todas las cifras.

En los últimos años el repunte de personas que se animan a realizar la ruta hacia Santiago no para de crecer. Aunque la asociación trabaja con los datos ofrecidos por los distintos albergues, que denotan que de momento no se alcanzan cifras previas a la pandemia, lo cierto es que sí hay más peregrinos, pero ya no se alojan en albergues. «En León, sobre todo en la capital, se da la circunstancia de que cada vez más peregrinos optan por otras opciones habitacionales como hoteles o pisos turísticos», explica Reguera.

Según los datos de la asociación, en 2023 fueron 39.847 los peregrinos que hicieron parada en los albergues leoneses, lejos de los 50.349 que lo hicieron en 2019. Un contraste que demuestra que las rutinas de las personas que hacen el Camino están cambiando, y, sobre todo en la ciudad, repunta el alojamiento en hoteles y pisos.

Reconoce el presidente que las expectativas de este año son «muy, muy buenas», y cree que la llegada de peregrinos a Santiago va a ser «de récord». Una realidad que se deja notar en la provincia, donde los peregrinos pasan de media diez días en los albergues de las diferentes localidades por las que discurre el Camino y que están «a tope, en el mejor momento».

Aunque la temporalidad sigue siendo una constante -desde finales de abril y hasta junio se concentra el pico de peregrinos extranjeros; en los meses de verano lo hace el de nacionales y en septiembre y octubre vuelven los extranjeros- cada vez hay más personas que se animan a recorrer la ruta en meses de invierno, algo «impensable» hace unos años.

Lo cierto es que, con el tiempo, el perfil del peregrino ha cambiado. «Ahora hay cada vez más gente que hace el Camino como un reto personal, con un grupo de amigos o por la experiencia, y menos que lo hacen por ese significado espiritual que siempre tuvo el Camino, el dormir en albergues y no programar todo tanto», comenta Reguera, que responde con un «sí» a la pregunta de si el Camino está de moda. «Se nota sobre todo a la llegada de Sarria cuando el Camino francés se masifica, y muchos peregrinos optan por seguir por el del norte o el Portugués, para evitar esa masificación».

Con el verano llamando a las puertas ya son cientos de miles los peregrinos extranjeros y nacionales que se calzan las botas para iniciar la legendaria ruta hasta Santiago y que tiene una repercusión social, cultural y económica fundamental en León.

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