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La Junta Vecinal de Tendal, mediante una plantación de siete negrillos, donados por la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, introduce en la Sobarriba negrillos resistentes a la grafiosis.
Esta es una historia con final feliz, de las pocas que nos deja este año.
Empecemos por el principio de esta historia: por casi todos es conocido el fatal desenlace de los negrillos de la Península, y del resto de Europa. Los olmos han sido víctima de un hongo transportado en las patas de algunos insectos coleópteros, que se desarrolla en el interior de los olmos, este hongo bloquea el transporte de la sabia, secando de forma fulminante a los ejemplares, antes de cumplir tres o cuatro años. Esta enfermedad conocida como grafiosis comienza a extenderse en el año 1932, fruto del transporte indiscriminado de madera, y fue en los años 80 cuando se extendió como una pandemia podríamos decir, o plaga, sin solución, y acabando con la vida de la mayoría de los olmos.
Muchos hemos visto a estos gigantes en plazas e iglesias, en sebes y en caminos, dando sombra y frescor en los meses de verano.
Y como no podía ser de otra manera, la Ciencia y la Investigación han dado con la solución del problema, y desde hace más de cincuenta años, mediante la selección de ejemplares resistentes a la grafiosis y clones sometidos a procesos de mejora genética, se ha llegado a la obtención de ejemplares resistentes a la grafiosis. Finalmente el Proyecto LIFE+OLMO (2014-2018) ha sido llevado a cabo en la Escuela de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid
La Junta Vecinal de Tendal situada en la comarca de la Sobarriba, solicito una donación de siete ejemplares que fueron plantados el día 21 de diciembre en el entorno de la Iglesia y del parque del pueblo de Tendal.
La Junta Vecinal de Tendal es un pequeño pueblo sin apenas recursos, pero la ilusión puesta por su Presidente, Andrés Manuel Gómez García, que fue a recoger los ejemplares donados al Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales en La Granja (Segovia) y la participación de los vecinos en la plantación, hicieron posible parte de esta historia. Porque esta historia no termina aquí.
Y así es como el Olmo (Ulmus Minor), conocido en esta provincia como Negrillo, resistente a la grafiosis, ha sido reintroducido en la comarca de la Sobarriba. Estos ejemplares serán sometidos a un seguimiento por parte del Centro Nacional de Recursos Geneticos Forestales, para estudiar su adaptación y evolución.
En estos tiempos de pandemia, esta historia con final feliz, y con muchas similitudes, tal vez nos de esperanza y animo, y nos recuerde, que la ciencia y las personas unidas trabajando y empeñadas en un objetivo común, somos capaces de superar las peores pandemias y plagas.
En los próximos años disfrutaremos de la observación y crecimiento de estos ejemplares, y las próximas generaciones podrán disfrutar de estos gigantes dando sombra y frescor.
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