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La residencia de Caboalles, en León, es la primera de las seis intervenidas por la Junta de Castilla y León en la que, tras un mes de control por parte de la Consejería de Familia, recupera la gestión. La Gerencia de Servicios Sociales de la ... Junta de Castilla y León asumió a primeros de abril el control de la residencia de la tercera edad El Roble, de Caboalles de Abajo, después de que cuatro de los siete trabajadores que se habían encerrado de forma voluntaria unos días antes en el centro dieran positivo en Covid-19. El 90% de sus residentes, 24 de 25, estaban también contagiados por el coronavirus y 13 tuvieron que ser trasladados entonces al Hospital de El Bierzo.
La Consejería de Familia designó a un empleado público para hacerse cargo de la dirección y coordinación de la actividad, mientras que la Fundación El Roble, entidad titular del centro, se comprometió a poner disposición de la nueva dirección todo el personal del centro y los medios materiales necesarios.
Especiales coronavirus
La Junta decidió intervenir el geriátrico ante «la situación excepcional que vive el centro y la dificultad para dispensar la adecuada atención a los mayores» y de conformidad con lo establecido en el artículo 5 de la Orden SND/275/2020, de 23 de marzo, en relación con la mencionada Orden SND/265/2020, de 19 de marzo y la Orden SND/295/2020, de 26 de marzo. Entre las medidas adoptadas, requirió a la empresa Eulen SA que, de entre el personal del servicio de estancias diurnas en los centros dependientes de la Gerencia de Servicios Sociales en la provincia de León, para que pusiera a disposición de El Roble a trabajadores «con la cualificación necesaria para garantizar los cuidados y la atención de los mayores».
También efectivos de la UME se desplazaron a Laciana para realizar labores de desinfección y reforzar los trabajos que se habían llevado a cabo por el Ayuntamiento.
La última intervención de la Junta fue el pasado 24 de abril,en dos centros de Salamanca. La falta de personal para garantizar la adecuada asistencia a los 33 ancianos que quedaban en uno de los geriátricos fue el motivo por el que se cerró temporalmente el centro de titularidad municipal Tomás y Mateos, de La Fuente de San Esteban. La Consejería de Familia nombró como directora a una empleada pública para compartir funciones con la dirección. El Ayuntamiento de la localidad salamantina y la empresa Residencia para Mayores El Abadengo SL, concesionaria de la residencia intervenida, se comprometió «a poner a disposición de la nueva dirección todo el personal y los medios materiales necesarios para el desarrollo de la actividad», informaron desde la Consejería. Los 29 mayores que permanecían en el centro fueron trasladados a la residencia Santa Inés, ubicada en el mismo pueblo.
Otras cuatro personas de la residencia intervenida y cuatro mayores más de Santa Inés, que dieron positivo en la covid-19 fueron trasladados al Centro de Referencia Estatal de Atención a Personas con Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias (CREA) puesto a disposición de la Junta de Castilla y León por el Imserso, al requerir cuidados específicos y atención médica directa por sus patologías.
Con la intervención de los centros Tomás y Mateos y Santa Inés en La Fuente de San Esteban han sido seis las que ha llevado a cabo la Junta de Castilla y León desde que se declarara la cuarentena social. La primera, en Adrada de Haza (Burgos), que fue clausurada, a la que siguieron otra en Ciudad Rodrigo (Salamanca), Caboalles (León) y en Briviesca (Burgos).
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