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Recorrer, en la actualidad, el centenar de kilómetros que separan la capital de la provincia leonesa de Villablino no es siempre un camino de rosas, aunque los paisajes que ofrecen tanto la ruta por Las Omañas como la de Babia dejan impresionantes imágenes en la mente. Pero este recorrido fue mucho más memorable hace 136 años, en enero de 1885, cuando Francisco Segundo Fernández Blanco de Sierra Pambley, (conocido como Don Paco) animó a realizar el trayecto a Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío, pilares de la Institución Libre de Enseñanza, ILE, que basa su avanzado ideario pedagógico-didáctico en el krausismo.
Tal y como narra Luis Mateo Díez, en «Las lecciones de las cosas», doce horas tardaron los prohombres en llegar a Villablino, realizando el último tramo a pie entre la nieve, hasta alcanzar la casa de Sierra que todavía hoy se erige en la capital de Laciana. Allí, al calor del hogar, crean una escuela originalmente agrícola que dota de formación a los vecinos de la localidad y que extiende las garras de la educación logrando un récord de alfabetización en la comarca, además de favorecer la creación de una floreciente industria.
Mario de la Fuente
Gerente de la Fundación Sierra Pambley
«La idea de la Fundación Sierra Pambley era traer a León las ideas pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza y el objetivo con el que se crea es el de ofrecer una educación de calidad a las clases más desfavorecidas de la sociedad, adaptándose siempre a la realidad socioeconómica del lugar», matiza Mario de la Fuente, gerente en la actualidad de la fundación, «producen una innovación pedagógica tremenda» afirma.
De este modo, los cuatro hombres crean en 1887 la Escuela de Enseñanza Mercantil y Agrícola de Villablino que impartía enseñanzas de lechería, mantequería y quesería, y una tercera de niños de Ampliación de Instrucción Primaria. «La idea de la fundación era ofrecer lo que hoy consideramos Formación Profesional para la gente más pobre de la zona», explica De la Fuente. De este modo, los vecinos de Villablino comenzaron a manipular productos lácteos lo que les lleva, después, a fundar prósperos comercios como es el caso de Mantequerías Leonesas en Madrid, que alcanzó gran fama a comienzos del siglo XX.
Todo ello sigue la estela de la enseñanza de la ILE que implica formar también al profesorado con estancias en el extranjero para conocer las más avanzadas técnicas de elaboración. «Ahí destaca la figura de los hermanos Alvarado a los que la Fundación financia un año de estancia en Francia. A su vuelta aplican las técnicas aprendidas en Villablino a través de la raza mantequera leonesa que es una raza de vaca que ahora se está intentando potenciar otra vez», puntualiza el gerente.
Otra de las líneas, que se aplica en la actualidad, es enseñar sin libros. «Lo que proponía tanto Giner de los Ríos como Cossío era que el alumno experimentará la realidad», asegura De la Fuente.
El archivo de la Fundación, con sede en León, Villablino y Hospital de Órbigo, recoge que a partir de 1925 se cambió el tipo de enseñanza puesto que la manipulación de productos lácteos ya era conocida.
Mario de la Fuente
Gerente Fundación Sierra Pambley
Dentro de la población de Villablino hubo un sector que se vio más beneficiado por la fundación y fueron las mujeres ya que para ellas el acceso a la educación era todavía más difícil que para el resto de la sociedad. En 1907 se crea una sección de niñas en las escuelas así como becas para que las alumnas puedan acudir a estudiar a León la carrera de Magisterio o a Madrid a la Residencia de Señoritas. «Hay documentación que reseñan desde Madrid donde aseguran que las alumnas de León eran realmente aplicadas», advierte el gerente.
Un oasis de educación, oportunidades y modernidad educativa situada entre Babia, Omaña y El Bierzo que se acabó con la llegada de la Guerra Civil y el secuestro de la fundación por parte de la Diputación de León y el obispado de León. Fue en 1979 cuando, gracias a Justino de Azcárate, la institución recupero la legitimidad y se funda el patronato que sigue los principios ideológicos de la Institución Libre de Enseñanza.
Mario de la Fuente
Gerente Fundación Sierra Pambley
De este modo, la fundación ha seguido reinventándose y adaptándose a los tiempos actuales. De este modo, en Villablino actualmente se alza el campus Giner de los Ríos donde se ubica la casa del fundador. En este impresionante espacio se realizan presentaciones culturales y exposiciones. Dicho campus también acoge el antiguo edificio de las escuelas Sierra Pambley donde se imparten cursos de la Universidad Española a Distancia, UNED así como un máster del Lingüística de la Universidad de León. «Es una actividad muy interesante porque vienen estudiantes extranjeros a formarse en cuestiones realmente duras de lingüística y de alfabetización. Acuden alumnos de África o de América Latina y luego vuelven a sus comunidades para alfabetizar y recopilar la información sobre sus lenguas» explica el gerente.
El campus se completa con el Albergue Giner de los Ríos destinado a excursionistas o viajeros pero también a niños que realizan campus de verano. «En definitiva, estamos intentando que la sede de el origen de la Fundación que es Villablino sea un foco de cultura en esa zona; de cultura relacionada con la educación», concluye el gerente.
De este modo, el espíritu de Sierra-Pambley, Gumersindo de Azcarate, Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío sigue recorriendo las tres sedes de la fundación en la provincia, pero en especial palpitando en el corazón de Laciana.
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